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1-1: El destino se ríe del Pucela

Un gol en propia puerta de Manucho en la última jugada del partido al intentar despejar un córner de cabeza permite al Hércules llevarse un punto de Zorrilla

El destino le tenía reservada una jugarreta macabarra al Real Valladolid en la calurosa mañana de este domingo en Zorrilla. Manucho, el héroe de Riazor, volvió a salir en la segunda parte, esta vez con ventaja blanquivioleta por 1-0 (gol de Javi Guerra en el minuto 21) y volvió a marcar en la última jugada del partido (ni siquiera se sacó de centro), pero en su propia portería... 1-1. En Riazor el balance fue de +1; en Zorrilla, de -2.

Un empate cruel que saca al Pucela de la zona de ascenso directo, a la que ahora se aúpa el Celta, con los mismos puntos que el Real Valladolid, pero con el golaverage a favor de los vigueses. Y ambos distanciados ya en siete puntos con respecto al Deportivo, a falta de los 15 últimos en juego.

El partido puede tener muchas lecturas. Durante la primera parte, el Real Valladolid tuvo el mando. Hasta el tanto de Javi Guerra, que llegó en una falta lateral pasada, donde Valiente controló y centró para que el delantero blanquiovioleta fusilase a Falcón sin oposición alguna, el Pucela también tuvo el balón, de forma total y absoluta. Sin generar ocasiones de gol, pero el encuentro fue suyo y el Hércules fue a remolque.

Con el empate, el Hércules dio un paso adelante y trató de adelantar líneas y tener más el esférico, pero se mostró totalmente inoperante y solo consiguió poner en peligro en un balón suelto que se encontró Urko Vera, que en posición forzada remató desviado a la media hora de juego.

En la segunda mitad, el Hércules sí se hizo con el balón y la posesión. Sin crear ocasión alguna, pero a base de insistir y, sobre todo, con la sola presencia de Aganzo en la punta del ataque durante la última media hora, dio sensación de peligro porque el Real Valladolid no tuvo frescura para responder a la contra ni siquiera fue capaz de aguantar la posesión del esférico.

Al final llegó el tanto del Hércules, en el que los alicantinos creerán ver el premio a su insistencia durante la segunda parte y los vallisoletanos una auténtica desgracia inmerecida porque nunca pasaron apuros en defensa y el gol visitante llegó en propia puerta, con el tiempo cumplido y en un córner que en el campo dio la sensación de no ser tal, sino uno un saque de banda.

Sea como fuere, y al margen de lecturas, premios y castigos, la realidad es que el partido acabó en empate y el Pucela se dejó dos puntos por el camino, lo que deja el sprint entre vallisoletanos y vigueses en los cinco últimos encuentros en un duelo de pistoleros solo apto para los más valientes.

Más información sobre este partido, aquí.

Fotografía (Gonzalo Martín Velasco): los jugadores del Hércules celebran el gol del empate ante el abatimiento de los blanquivioleta.
Galería fotográfica de Miguel Ángel Santos (Photogenic Agencia Gráfica) en Facebook/RealValladolid.
Galería fotográfica de Gonzalo Martín Velasco en Facebook/RealValladolid.