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LaLiga

1-0: A flote

El Real Valladolid supera al Athletic y suma tres puntos que permiten salir del descenso a falta de dos jornadas

Hay partidos en los que solo vale ganar. En los que va, casi, la vida en ello. O sin el casi. Y ahí es cuando este Real Valladolid ha respondido sin fisuras. Lo hizo ante el Girona y lo ha vuelto a hacer este domingo ante un Athletic que pelea por Europa, y que ha caído 1-0 en un Estadio José Zorrilla donde la afición y el equipo han sido uno.

El Real Valladolid salió a morder. Es difícil igualar la motivación y la ambición con la que se saltó al terreno de juego, y a consecuencia de eso pronto el Pucela empezó a gozar de ocasiones. En el minuto 2 Míchel, cual mago, sentó a un defensa y puso un centro al área al que llegó Ünal pero detuvo Herrerín. Fue el turco una constante en el ataque blanquivioleta, quien junto a Guardiola, Plano, y Waldo tejieron un gol que rondaba a cada minuto.

Hasta cuatro ¡uys! cantó la grada antes del gol. El Gol. Waldo se perfiló fuera del área, se llevó el balón a su pierna derecha dejando atrás a su defensor y desde ahí soltó el zarpazo. Marca de la casa. Balón a la escuadra. Era el minuto 21 y el Real Valladolid, con merecimiento, se ponía por delante.

Sin embargo el equipo pagó el paso de los minutos y, aunque sin demasiada certeza, el Athletic ganaba algo de metros. Algo que se tradujo en una clara ocasión para Muniain, cuyo remate de cabeza en la frontal del área pequeña, sin oposición, se fue alto.

 

Saber sufrir bien vale ganar
Movió ficha Garitano en el descanso para dar entrada a Raúl García. Y el Athletic ganó empaque sobre el verde para hacerse protagonista. En el 51\' Ünal remató una falta botada desde el lateral por Míchel, fuera, y ese fue el principal bagaje de los blanquivioletas, empujados a su campo por el buen hacer del equipo vasco, que pelea por puestos europeos.

Por lo que si en los primeros minutos brilló el ataque, en esta segunda mitad fue el trabajo defensivo el que aseguró los puntos. Porque el Athletic apretó, más con la entrada de un mordiente Ibai y del poderoso Aduriz, junto con la velocidad de Williams y las incorporaciones de Yuri, San José y De Marcos. Mucha calidad. Pero enfrente había un equipo que se juega la vida y es especialista en ganar estos partidos.

El Real Valladolid achicó centros laterales, córners, faltas y todo tipo de intentonas visitantes. Donde no llegaba la defensa lo hacía Masip, quien especialmente tuvo que sacar una mano brillante en un intento de vaselina. Y, en última instancia, el palo. Esa pizca de suerte necesaria para que, en el minuto 88, un remate de cabeza de Núñez fuese repelido por la madera. Insistió hasta el tiempo añadido el equipo de Bilbao, y pasados los 90 tuvo una muy buena gracias a una combinación que acabó con un centro dentro del área que bajó Williams para dejarla de cara. Afortunadamente no llegó San José, la defensa despejó, y los tres puntos pintaron de blanco y violeta.

La próxima jornada, penúltima, el Pucela visita en Vallecas a un Rayo Vallecano ya descendido. Con 38 puntos el Real Valladolid sale del descenso, pero la igualdad en la clasificación hace que sea imposible bajar los brazos. Quedan dos finales.