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LaLiga

2-1: Duro desenlace

Un gol en el descuento del Granada privó a los blanquivioleta de sumar en el Nuevo Los Cármenes

El Real Valladolid, que se adelantó gracias a un golazo de Sergi Guardiola, sufrió un tremendo mazazo en el último minuto del descuento. Este le dejó sin puntuar en el Nuevo Los Cármenes (2-1), tras un partido de gran despliegue físico; repleto de alternativas para uno y otro. Una derrota que mantiene al conjunto blanquivioleta con 26 puntos y en decimoquinta posición de la tabla clasificatoria.

El Pucela arrancó el duelo con una presión alta y abogando por combinar en campo contrario, algo que conseguía sobre todo por el costado izquierdo. Se postuló en posiciones atacantes en los primeros diez minutos, evitando asimismo que el Granada CF se asomase por el área de Masip. Sí lo hizo después de este primer intervalo con una jugada que acabó con un disparo alto de Yángel Herrera.

Una ocasión que precedió a una fase marcada por las constantes interrupciones que cortaron el tránsito continuo. Instantes en los que lo más destacable fue una internada de Carlos Herrera que Salisu sacó bajo palos después de que el atacante nazarí ya hubiese superado a Masip.

La oportunidad más clara de una primera media hora en la que el Real Valladolid intentaba cocinar sus jugadas, pero se topaba una y otra vez con un Granada expeditivo al que no le temblaba el pulso. Abogaba por tocar y avanzar, pero chocaba una y otra vez con la retaguardia local, como en un contraataque catapultado por un buen control de Toni. Su centro al corazón del área fue interceptado.

Esta fue la mejor llegada blanquivioleta de la primera media hora. Una vez sobrepasada, el Granada obligó a Masip a emplearse a fondo con un remate a la salida de un córner que estuvo cerca de colarse al fondo de las mallas. Desde entonces, el Real Valladolid tuvo problemas para sacar el balón jugado y encaramarse a los dominios del cancerbero local.

Se sostuvo firme en defensa y controló al Granada en sus mejores minutos antes de enfilar la bocana de vestuarios del Nuevo Los Cármenes con motivo del tiempo de asueto, al que se llegó con el empate a cero inicial, y con la sensación de que el músculo y la intensidad dispuesta por ambos en la medular minaba considerablemente la fluidez en el último cuarto de cancha.

Los goles, para el segundo acto
Todo cambió en la reanudación. El Granada salió más entonado en los primeros instantes, y puso a Masip en apuros a través de las botas de Días. Una llegada que ejemplificaba la tónica diferente que estaba tomando el choque, más abierto, menos hierático, y que espoleó a los de Sergio González, animados con el intercambio de golpes.

Así, Enes Ünal amortiguó un buen pase filtrado por Óscar Plano, pero su disparo fue repelido por el guardameta del Granada Rui Silva. La ocasión más clara para un Real Valladolid que se encontró con el premio del gol en una jugada que nadie podía esperar que acabase besando la red. Sergi Guardiola atacó el espacio entre central y lateral zurdo, se encaramó a la banda, oteó el horizonte y vio a Rui Silva mal colocado. Entonces, disparó con precisión de francotirador hacia el palo corto para sorpresa de unos y otros. Golazo.

Truco de chistera que sirvió para que el Real Valladolid se adelantase pasado el minuto 56 de partido. No se acogotó y siguió presionando en busca de la sentencia, la cual pudo haber llegado con otra buena ocasión en las botas de Guardiola, aunque esta vez Rui Silva estuvo más acertado.

Sin embargo, en los últimos veinte minutos el Granada se animó y dispuso de posesiones más largas que fueron encerrando al equipo. Así, los nazaríes lograron un empate con suspense, pues el remate con el hombro de Antonio Puertas fue revisado por el VAR. Finalmente, el trencilla no lo anuló y se llegó al minuto 85 con tablas.

El Granada siguió insistiendo y halló el hueco en el minuto 96 para voltear el marcador (2-1). Carlos Fernández se revolvió dentro del área y cruzó el cuero para desilusión de la parroquia blanquivioleta, que lamentó un desenlace tremendamente cruel. Los tres puntos se escaparon en diez minutos fatídicos, pero huelga recomponerse para afrontar la próxima final. El próximo domingo, Zorrilla albergará un partido clave por la permanencia ante el Espanyol de Barcelona.