3-1: Tarde aciaga
No tuvo suerte el Real Valladolid ante la SD Eibar, que aprovechó los golpes de fortuna para anotar y sostenerse en defensa gracias a un buen Yoel
El Real Valladolid se marchó de Ipurúa tras una tarde aciaga, en la que no le salieron las cosas en ninguna de las dos áreas. Empezó bien y, tras encajar el primer gol, fue desapareciendo. Incluso hasta apareció la mala suerte en el segundo y el tercero, además de la falta de fortuna para marcar gol. Solo lo consiguió Sergi Guardiola, pero no fue suficiente y el Eibar se llevó el triunfo (3-1).
El primer intento llegó en un remate de cabeza del local Rafa Soares tras una acción de Toni en el área rival que acabó con el murciano dolorido en el suelo. Pero fue el Pucela quien se mostró más activo en el inicio, jugando más en el campo armero y buscando la portería del exblanquivioleta Yoel. De hecho, poco tardó en tener la primera, en un buen saque de esquina que no encontró los remates de Ünal, primero, y Moyano, en el segundo palo, por centímetros.
Se animaron los de Sergio González, que dispusieron de otra muy clara poco después en una gran acción individual de Sandro, pero Yoel sacó con la pierna su disparo raso. Mientras, Inui llevó la batuta del Eibar en ataque y lo intentó con un par de disparos peligrosos -uno de ellos desde el centro del campo-. Igual de peligroso que un lanzamiento de falta de Nacho con muy poco ángulo que sacó casi en la línea Sergio Álvarez.
No hubo tregua y justo antes del ecuador de la primera mitad el Eibar se adelantó en el marcador, cuando el Pucela se estaba adueñando del partido. Pedro León, otro exblanquivioleta, puso un buen centro de saque de esquina y Pedro Bigas se impuso en el salto para cabecear cruzado, en un gran remate con el que mandó el balón a la red previo toque en el poste.
El gol no sentó nada bien al Real Valladolid, que en el minuto 27 encajó el 2-0. Lo hizo en una jugada desafortunada que aprovechó Inui para entrar con el balón en la portería, después de que Caro se resbalara en el intento de recibir un pase de Fede San Emeterio. Por si los golpes habían sido pocos, Kiko Olivas tuvo que retirarse con molestias. Antoñito entró en su lugar y Moyano pasó al eje de la zaga.
El conjunto blanquivioleta continuó bloqueado y a punto estuvo de recibir el tercero, pero el larguero escupió el cabezazo de Pedro León. Intentó volver a conectarse al encuentro en la recta final del primer tiempo, aunque la comodidad de antes del primer gol desapareció. En la reanudación el guion no varió y, de nuevo, Pedro León rozó el tercero con un gol olímpico que no llegó a ser gracias a la buena intervención de Caro.
Reacción sin premio
Pasaron los minutos sin que ocurriera demasiado en el encuentro, circunstancia que aprovechó Sergio para dar entrada a Víctor García y Samu Pérez. El segundo se estrenó con el Real Valladolid en LaLiga Santander, y en Primera, en general, ya que no había debutado en la máxima categoría.
Pese a que el ritmo había bajado, el Pucela no tiró la toalla. Enes Ünal fabricó una maravillosa acción individual -con caño incluido- para sufrir un penalti tras ser arrollado por Yoel. Sergi Guardiola adquirió la responsabilidad y marcó a la segunda, después de que el meta realizara una buena intervención, para sumar su séptimo tanto y convertirse en el máximo goleador blanquivioleta. Con el 2-1 y casi 20 minutos por delante, se animaron los visitantes, que buscaron el empate en dos balones de Nacho y Javi Sánchez.
Le cambió la cara totalmente al Real Valladolid, que siguió rondando el área local. Sandro y Ünal dispusieron de dos ocasiones cada uno, pero ninguna llegó a buen puerto por las intervenciones de Yoel. No fue la tarde de los blanquivioleta, que acabaron encajando el definitivo 3-1 en el tiempo de añadido por medio de De Blasis, que transformó un penalti cometido por Nacho sobre Charles al intentar despejar un balón.
El Real Valladolid despedirá la temporada este domingo (18.30 horas) en Zorrilla, donde recibirá al Real Betis.
