El Real Valladolid ha vivido en Huesca una sensación “de montaña rusa”, tal y como señaló Sergio González en rueda de prensa. El técnico lamentó el empate encajado en pocos minutos, justo después de haber conseguido el 0-2. “Estábamos celebrando el penalti y hemos estado un poco desconectados. Hemos tenido un error grave y nos han entrado las dudas. Daba la sensación de que con el 0-2 el partido estaba cerrado. El golpe final es que cinco minutos después nos han metido el segundo”, analizó.
Tras ello, y con tiempo por delante en la segunda parte, aseguró que el Pucela dio “un paso adelante”. El entrenador blanquivioleta apuntó que la SD Huesca tuvo algunas ocasiones, pero destacó que su equipo también dispuso de varias “a la contra” y, sobre todo, la última de Marcos André.
Sergio comentó que el conjunto blanquivioleta trabajó “las fases defensivas” durante las dos semanas de parón e incidió en el trabajo de “sinergias entre los centrales para buscar esa pareja estable”. “No hemos estado bien en los centros laterales, algo que estuvimos trabajando. Ha habido un déficit por nuestra parte. Tenemos que cortar el grifo de los goles encajados y exigir el máximo también a los delanteros”, expresó, a la vez que ensalzó la actuación de Roberto en portería.
Por ello, el técnico hizo hincapié en seguir trabajando para corregir esos errores. “Nos están penalizando acciones muy individuales. Si tuviéramos cinco o seis puntos no estaríamos hablando de algo extraño”, dijo. Pese a ello, abogó por continuar en el “camino de pelea” y en “pensar en el Alavés”, ya que el cuerpo técnico cuenta con “la total confianza de Ronaldo y Miguel Ángel”, quienes les han dado “muestras de apoyo”. “Estamos convencidos de que vamos a solucionar este mal inicio”, sentenció.
