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La maldición de las segundas partes

El Real Valladolid ha encajado en Liga 20 goles después del descanso, 13 de ellos en el último cuarto de hora de partido

El Real Valladolid ha demostrado ya ante propios y extraños que es el mismo equipo que la temporada pasada maravilló en Segunda. Mendilibar y su plantilla han seguido fieles a su esencia y no han variado su manera de afrontar los encuentros y presionar sin descanso durante los noventa minutos. Un juego que le ha hecho merecer al Pucela bastantes puntos más de lo que a día de hoy dicta la clasificación. La clave está, sin duda, en las segundas partes.

Tras el descanso, el Real Valladolid ha encajado 20 de los 27 goles que ha recibido. Una cifra muy alta que toma mayor calado si se tiene en cuenta que 13 de las dianas de los rivales se han producido en el último cuarto de hora. En un primer momento se podría pensar que la causa es que el cansancio acumulado durante la parte inicial de los encuentros pasa factura, aunque el equipo no deja de presionar hasta que el árbitro pita el final. Sin ir más lejos, el pasado domingo en Almería, con un hombre menos.

Bien es cierto que es evidente que los jugadores no pueden llegar al final tan frescos como lo están cuando comienza el partido y eso ha provocado errores puntuales que han supuesto la pérdida de muchos puntos y la sensación de que el Real Valladolid merece más de lo que tiene. Porque, para colmo, algunos de los goles encajados en la recta final de los choques han sido de rebote o directamente en propia meta. Como los encajados ante Valencia, Deportivo y Atlético de Madrid, y que supusieron la pérdida de cuatro puntos.

¿Cuándo marca el Pucela?
Si los contrarios encuentran puerta con facilidad cuando el partido está cercano a su fin, al Real Valladolid le cuesta. De hecho, no ha marcado ni un solo tanto en el último cuarto de hora de partido y 11 de los 21 con los que cuenta los ha hecho en la primera parte. Eso explica el hecho de que los blanquivioleta hayan mandado en el marcador en 11 de los 15 encuentros ligueros disputados hasta la fecha, por mucho que al final no hayan encontrado recompensa. Sólo en cuatro partidos, incluidos los tres en que se consiguió secar el potencial ofensivo del rival, se ha sumado la victoria.

Fotografía (Miguel Ángel Santos): García Calvo se lamenta por una ocasión desaprovechada.