Icono chat Chat
Skip to main content
Club

La necesidad de garantizar salud para todos

David Espinar hace hincapié en que el Club no pondrá en marcha ninguna actividad si considera que puede ser negativa para la salud de jugadores, aficionados y empleados

David Espinar confiesa un inevitable sentimiento de “tristeza” debido a la situación que atraviesa el país, aunque también se muestra con “fuerza” debido a la obligación de “mantener vivo el Club” para tratar de dar alegrías a sus aficionados. Ahora que parece que está cerca la posibilidad de retomar los entrenamientos, el discurso del director del Gabinete de Presidencia y portavoz institucional del Real Valladolid gira en torno a la “necesidad de garantizar la salud” de todos los agentes participantes en el fútbol.

En el aire flota el acuerdo rubricado por LaLiga y la Federación bajo el auspicio del Consejo Superior de Deportes, un acuerdo que busca sentar las bases para el regreso al trabajo pero que también pretende instaurar una nueva financiación del CSD, la RFEF y las federaciones deportivas olímpicas… Algo con lo que Espinar se muestra de acuerdo, puesto que el fútbol “es un motor de generación de recursos y tiene que ayudar a quienes no tienen esta posibilidad”, como es el caso del fútbol modesto, el fútbol femenino o algunos deportes olímpicos. “Sin embargo, tengo mis recelos porque no me habría gustado pensar que se habría vinculado la posible vuelta a los entrenamientos a un tema económico. Estamos hablando de cosas muy serias, por encima de todo está la salud de los futbolistas y de todas las personas que participarán en entrenamientos y partidos. Creo que es un buen acuerdo pero me gustaría no pensar mal y que ha habido una vinculación entre un aspecto y otro para que el fútbol volviera a la actividad”.

Los clubes recibieron desde LaLiga un borrador de protocolo para el regreso al trabajo y, aunque David Espinar matiza que será el CSD el encargado de promulgar un marco común para todas las actividades deportivas, considera que será esencialmente similar. “En sí son muchos elementos de control, la reducción estricta de las personas que acompañan a los jugadores en los entrenamientos y cuatro fases de readaptación a la actividad, que van desde las sesiones individuales hasta las colectivas. Aproximadamente nunca menos de quince días para los entrenamientos en grupo y en total el protocolo contemplaría entre cuatro y cinco semanas de trabajo previo a la competición”, resume.

Por supuesto, y a la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos, el Real Valladolid ya trabaja en dicho protocolo. “Hemos comprado material necesario, seguimos desinfectando las instalaciones, algo que ya habíamos empezado a hacer antes”. El Club también estudia de qué manera se va a concentrar el equipo cuando llegue la fase de los entrenamientos colectivos. “Sería en un hotel con la única presencia de la primera plantilla, el cuerpo técnico y el cuerpo médico”.

Salud para todos
En su momento, y por responsabilidad social, el Real Valladolid anunció que rechazaba los test para detectar el Covid-19 debido a que había otros colectivos mucho más necesitados. Ahora, el protocolo refleja que deben ser empleados periódicamente para descartar contagio en todas aquellas personas implicadas en entrenamientos y partidos. David Espinar entiende que se realicen pruebas para intentar hacer posible el regreso al trabajo, como ocurre con otras actividades productivas, pero se muestra “dolido” con el hecho de que no todo el mundo pueda tener acceso ahora mismo a los test.

“Estamos en una situación de emergencia brutal en la que evidentemente hay que tratar de retomar la actividad en todos los sectores, pero estamos conviviendo con una auténtica desgracia y eso es lo que creo que el fútbol no debe olvidar. Deberíamos luchar todos para que esos test se puedan extender al mayor número de población posible para que todos estemos más tranquilos”, subraya.

Espinar explica que el contacto con los jugadores es estrecho, comparten sus inquietudes y están “tan preocupados por su salud como ellos mismos”, hasta el punto de que “el Club no va a poner en marcha ninguna actividad si entiende que puede ser negativa para la salud de sus jugadores, abonados o trabajadores”.

Lo que sí parece claro es que si puede retomarse la competición se haría sin público en las gradas, algo que el director de Gabinete de Presidencia del Real Valladolid califica como “un desastre” desde el punto de vista social. “Serían más de 200 partidos solo en España. Entiendo que como todas las industrias el fútbol intente retomar la actividad cuanto antes porque es un síntoma de normalidad, siempre bajo los preceptos de garantizar la salud de todos los agentes, pero se me hace dificilísimo imaginar la escena de unos futbolistas ejerciendo su profesión en estadios vacíos, sin poder tener cerca a los aficionados que sufren y disfrutan con la fiesta del fútbol”.

Sostenibilidad financiera
La pregunta sobre la mesa está clara. Si los partidos se disputan a puerta cerrada qué pasaría con los abonos. Espinar considera que aún es pronto para dar una respuesta definitiva porque aún no se tienen todos los datos y apunta a la posibilidad de que “hasta el mes de enero” no se pueda jugar con público. “Quizá no solo haya que compensar los partidos que no se puedan disfrutar esta temporada sino también prever qué va a ocurrir la próxima campaña. En cuanto tengamos una decisión final la comunicaremos, el Club por supuesto no va a abandonar a sus abonados”.

Dicha situación provocaría una reducción de ingresos pero la clave está en saber si el Club está preparado para soportar el peor escenario posible desde un punto de vista económico: la suspensión de LaLiga. “El Real Valladolid ha intentado ser lo más sostenible posible en sus últimos meses de gestión”, pero parece obvio que los ingresos se verían reducidos “en un porcentaje importante”, y los proyectos no esenciales “se verían recortados y retardados en el tiempo” hasta que la entidad recuperase el músculo económico. “De cualquier modo, el Real Valladolid seguirá adelante compitiendo y honrando a sus abonados y a su más de 90 años de historia”, enfatiza.

El Promesas, en playoff de ascenso
Para terminar al repaso a los temas de la actualidad blanquivioleta, David Espinar aborda los referentes al filial. También con la duda sobre lo que pasará respecto a la competición, el Club está de acuerdo con la propuesta de la RFEF que permitiría a los cuatro primeros de cada grupo pelear por el ascenso a Segunda División, aunque no con el hecho de que se amplíe hasta 98 el número de equipos de la categoría de bronce. “No estamos de acuerdo con que haya ascensos desde Tercera y no descensos, ya se lo hemos transmitido a la Federación de Castilla y León de Fútbol. Consideramos que eso debilitaría y devaluaría la competición”.

Por último, Espinar estimó “en tres semanas” el plazo marcado para la instalación de la cubierta de la tribuna de los Anexos, una histórica reivindicación de los abonados. “Habíamos garantizado que esa obra se iba a efectuar y espero que esté lista en unas tres semanas, es una pena que de momento no podamos disfrutarla con nuestros aficionados debido a la situación que atravesamos”.

  David Espinar