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En corto

Sacrificio enorme

Julio Baptista destacó la entrega del Promesas, que se impuso al Rayo Cantabria jugando con uno menos toda la segunda parte

El Real Valladolid Promesas se está caracterizando por la lucha y entrega en cada partido. Una pelea que le mantiene vivo hasta el final de, prácticamente, todos los encuentros y en muchos de ellos acaba saliendo victorioso. Así le ocurrió en la mañana de este domingo en su visita al Rayo Cantabria, del que los blanquivioleta salen “felices por el hecho de competir contra un gran filial”, tal y como señaló tras el duelo Julio Baptista, quien apuntó que no fue “nada fácil”.

El técnico, que no pudo dirigir a su equipo por sanción -en su lugar lo hizo su segundo, José Luis Rueda-, aseguró que el Promesas sacó “el carácter de equipo luchador que sabe a lo que juega”. “Veníamos con nuestra idea, el partido cambia y con nuestras estrategias conseguimos darle la vuelta y someter al rival con uno menos. Para el equipo es un chute de energía haber conseguido lo que hemos hecho. Los futbolistas han hecho un sacrificio enorme y todos contribuyen. Buscamos sacar el rendimiento de cada jugador en todos los partidos”, explicó.

Un duelo en el que el filial pucelano supo adaptarse a todas las adversidades para lograr el objetivo de la victoria. “El partido se desarrolló como habíamos planteado y solo nos hacían daño en transiciones. Todas nuestras jugadas nacieron desde el control, pero con la expulsión de Arroyo el partido cambia. Empezamos la segunda parte con 1-4-4-1, pero ya con la idea de pasar a 1-3-4-2, sobre todo porque no teníamos presencia en ataque y ellos nos estaban causando mucho peligro. Quitamos a Mikel, pusimos a Gómez y pasamos a Pozo a jugar en punta con Cédric. Así vino el primer gol, el cual conseguimos con esa presencia y con Garri y Koke un poco más estirados. Luego metimos a Slavy para hacer doble punta con Cédric”, analizó Baptista.

Y es que el Promesas se entregó un día más para conseguir una recompensa merecida, aunque tuvo que emplearse a fondo para ello. “Ellos empezaron a tener control y lo consiguieron explotar bien hasta lograr el empate. El partido se abrió, pero estaba parejo. Hicimos los últimos cambios y Slavy, que es un delantero nato, no perdonó. Conseguimos el resultado positivo que queríamos y nos vamos felices porque era un partido muy complicado y con la expulsión se volvió todavía más complicado”, concluyó.