Un adiós con orgullo y con honor
Emocionada despedida de Javi Moyano tras cinco años y 156 partidos oficiales con el Real Valladolid
"Pase lo que pase tenemos que estar juntos, para bien o para mal, pero juntos, porque es la única manera". Esa icónica frase de Javier Moyano Lujano, jugador del Real Valladolid durante cinco temporadas y capitán durante cuatro, que pronunció antes del inicio del decisivo partido en Vallecas la temporada 2018-19 ha resonado de nuevo en la sala de prensa del Estadio José Zorrilla durante la emocionada despedida del jugador de la que ha sido su casa desde 2015.
Sentimiento de unidad, uno de los rasgos que mejor define el paso del jienense por el la institución blanquivioleta y que ha recordado de nuevo este martes en un día difícil pero especial, después de que ayer se anunciase que no continúa. "Siempre que hago algo lo hago pensando que es lo mejor para el colectivo" insistió el defensor, muy agradecido con compañeros, técnicos, directivos, personal del Club y aficionados, a quienes ha destacado como "el verdadero motor de este coche que es el Real Valladolid, agradecer las muestras de respeto y cariño desde el primer día".
En su discurso de despedida desbordó sentimiento blanquivioleta. Portador del brazalete que tanto significa, dignificó la palabra capitán y llevó el escudo "como reza el himno, con orgullo y con honor, defendiendo la camiseta con honra y respeto por campos de Segunda y Primera". "Aquí he cumplido mi sueño de jugar en Primera a base de mucho trabajo y constancia, pero he entendido junto al Club que era momento de cerrar esta etapa, la mejor de mi carrera deportiva" añadió Javi Moyano sobre la decisión de poner fin a una relación especial: "Lo que he vivido aquí es insustituible, el primer amor que siempre te queda ahí y aunque rompas siempre lo vas a recordar".
Y quiso pedir perdón por si su forma de afrontar los problemas "en algún momento ha podido sentar mal o malinterpretarse" y reiteró que "mi trabajo en el campo y mi implicación queda demostrada sobradamente, me voy con la conciencia tranquila y me llevo el cariño de todos, no tengo nada que reprochar y si alguien tiene algo que reprocharme a mí pido disculpas porque ha sido de manera inconsciente y siempre mirando por el interés de lo común y del Real Valladolid".
Generar ilusión en la afición
Javi Moyano ha vivido una emocionante etapa del Real Valladolid. Un lustro que "no fue un comienzo fácil, esa primera temporada estuvimos muy cerca de la 2ªB" en referencia a la temporada 2015-16, pero que "cinco temporadas y más de 150 partidos después me siento con la cabeza bien alta y orgullo de haber aportado ese granito de arena".
Un camino que deparó un ascenso imborrable a la élite. Y dos permanencias que han devuelto, de la mano con el proyecto institucional y deportivo encabezado por Ronaldo, al Real Valladolid al lugar histórico que corresponde.
"Para el recuerdo momento como el recibimiento contra el Osasuna, aquellos minutos mágicos contra el Sporting en el playoff de ascenso, la celebración del gol ante el Girona, y aquel día en Vallecas con la famosa frase de la que me siento orgulloso" buceó en la memoria el lateral, que sin embargo destacó un intangible que evidencia la evolución: "Hemos conseguido generar ilusión en los aficionados y captar la atención de los más pequeños, que se sientan identificados con los colores de su ciudad y disfruten siendo del Real Valladolid".
Echar la vista atrás y reconocer que "la proyección y los avances son enormes" en estos cinco años, "el Club ha evolucionado en todos los aspectos, y me siento partícipe de esa evolución porque he colaborado activamente y aportado mi pequeño granito de arena", dijo el capitán, que no albergó duda alguna de que "esta temporada se van a conseguir los objetivos. No son once o doce jugadores, son 25 o 26 apoyados por todo un escuadrón de gente que está detrás del telón y que hace que hoy podamos disfrutar de todo esto".
Al futuro capitán, responsabilidad que él ha sabido desempeñar durante tanto tiempo, le deja el consejo de "apelar siempre a la unión, es la base de todo, que todos rememos en la misma dirección"; y quiso compartir con sus compañeros el peso y el orgullo de portar el emblema: "Yo he llevado el brazalete pero ha habido muchos capitanes en el vestuario porque todos remamos en la misma dirección. Quedan muchos, y saben cuál es el mensaje, no tengo dudas de que todo va a salir bien".
Sentida ovación
Al inicio de la rueda de prensa el capitán recibió las sinceras palabras de David Espinar, director del Gabinete de Presidencia, que agradeció de él "su lealtad y trayectoria en tiempos en que la defensa de los valores no está tan extendida" y puso en valor "la profesionalidad y el gran compromiso de Javi por hacer un favor a los demás, hay muchas personas a las que ha hecho sentir mejor de lo que ya son, y esto es intrínseco a una persona, no se compra". Y concluyó afirmando que "con su liderazgo Javi Moyano ha hecho que el Real Valladolid sea más un club de primera, las puertas están abiertas para ti", el acto finalizó
En su despedida Javi Moyano tuvo palabras para una ciudad, Valladolid, "de la que me llevo grandes momentos, del frío, de su gente, de su comida y del buen vino; y si la pandemia me lo permite seguiré disfrutando de ella". Un cariño, un sentir por la identidad del Real Valladolid y todo lo que significa, a la que se ha entregado con orgullo durante estos años y que ha sido recompensado con un emocionante aplauso solicitado por los periodistas que cubren, ahora telemáticamente, la información del Club. Una ovación que ha aportado calor a un acto que, obligado por los protocolos COVID-19, tan solo pudieron presenciar unos pocos empleados pero que llenó la sala de prensa del Estadio José Zorrilla y prolongó la que recibió el capitán de sus compañeros en el vestuario, donde se despidió de su hogar y su familia deportiva. Allá donde vaya, en un futuro aún por aclarar, Javier Moyano presumirá satisfecho de haber ligado su nombre al de una institución casi centenaria como es la blanquivioleta.
