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LaLiga

3-0: Fuertes en casa

Los goles de Joaquín, Ünal y Sandro dan los tres puntos en un partido frío pero controlado

El Real Valladolid suma tres puntos importantes al vencer 3-0 al Real Mallorca en un partido frío pero que el equipo local supo controlar, apoyado en un trabajo defensivo a un altísimo nivel.

Salió con ambición el rival, especialmente con un activo Lago Junior que intentó hacer daño desde la banda. Pero se topó con una línea de defensa blanquivioleta infranqueable que se encargó de evitar que el rival tuviese un solo disparo claro. A partir de ahí el Pucela creció, se hizo con balón y comenzaron a venir las oportunidades.

Plano canalizó el juego ofensivo y suyas fueron los disparos más peligrosos. La más clara llegó en el 24' con un centro de Moyano, que se fue de su par y pisó área, pero con la pierna derecha el de Madrid no encontró portería.El Mallorca rondaba también el área local pero sus centros no encontraban rematador.

En el minuto 40 se rompió el marcador. En un partido al que hasta entonces le faltaba chispa llegó el gol a balón parado, en un córner, el primero del partido para los blanquivioletas, que Míchel colgó al segundo palo donde entró, imperial, Joaquín para mandarla al fondo de la red.

 

Ünal y Sandro inauguran su cuenta
Con la ventaja en el marcador en la segunda mitad el Real Valladolid jugó más cómodo. Ganó seguridad, confianza, y se impuso sobre el verde a su rival. Más cuando un perseverante Enes Ünal luchó por un balón dividido, forzó el error de la defensa y fue víctima de una falta dentro del área. Él mismo se encargó de transformar el penalti para el 2-0, en el 50'.

A partir de ahí el partido se abrió. Y lejos de lo que podía suceder, que el Mallorca apretase a su rival, lo que se vio fue a un equipo blanquivioleta sin pasar ningún apuro y que en varias ocasiones pudo sentenciar. La más evidente, una contra liderada por Guardiola, que arrastró a dos defensas y cedió a Plano para el mano a mano, que esta vez venció el guardameta.

Budimir y Adbón tuvieron sus opciones ya en la recta final, pero el primero llegó a un centro lateral y el segundo remató centrado centro del área para que Masip detuviese con facilidad.

Lo que sí llegó, con gran alegría por parte de todo el Estadio José Zorrilla, fue un gol que se esperaba. El de Sandro Ramírez, quien aparecía tras su lesión. El delantero canario ha acabado con su sequía a orillas del Pisuerga gracias a un zapatazo desde fuera del área, ya en tiempo de descuento, que redondeó la victoria.

El Real Valladolid se sitúa con 17 puntos en la clasificación y ya piensa en el próximo partido, en Vitoria, ante el Deportivo Alavés (sábado 9 de noviembre, 13 horas).