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Promesas

Trasladar la experiencia

Pepe Pérez García recuerda el primer ascenso del Promesas a Segunda B con el actual entrenador del filial del Real Valladolid

Solo resta una semana para que el Real Valladolid Promesas comience su histórico camino en el playoff de ascenso a Segunda. La primera cita tendrá lugar el próximo domingo 19 a las 20.00 horas contra el FC Barcelona B en el Estadio Ciudad de Málaga. Un paso importante en la trayectoria del filial blanquivioleta que llega 19 años después de la primera vez que logró subir a Segunda B.

Por aquel entonces, Pepe Pérez García se encontraba al frente del Promesas. “Llegamos al último partido contra el Burela. Si nos ganaban por dos goles o más, ascendían ellos. Me quedé alucinado porque el campo estaba al lado del mar. Si tirábamos un poco fuerte, se iba al agua. Había un hombre con una barca para recogerlos”, recuerda entre risas el exentrenador.

No fue sencillo, pero el filial dominó aquel partido y, a pesar del ambiente creado por los locales, logró el ascenso. Aunque eso no resultó lo mejor en su opinión. “Lo más importante fueron los jugadores que subieron al primer equipo. Lo hicimos muy bien porque teníamos muy buena gente”, explica. Ahora, casi dos décadas después, el actual técnico del Promesas, Javier Baraja, destaca que “el Club ha apoyado mucho la idea” del segundo equipo blanquivioleta este año. “Estamos teniendo la suerte del ver a alguno con el primer equipo en partidos importantes”, señala.

Ambos, que coincidieron en el filial en Tercera, compartieron una bonita charla en las remodeladas gradas de los Anexos, uno de los hechos con los que el Club “ha dado un paso adelante” y por el que han sentido más el apoyo de la afición. “Han mejorado los medios. Por suerte para el fútbol, los entrenadores tenemos más ayudas. Cuento con un cuerpo técnico muy amplio y eso supone una mejora en el equipo y en el trabajo diario. Ahora el jugador tiene mejores condiciones para mejorar y demostrar lo que es. El Club va creciendo en eso, con más medios físicos y de personal”, cuenta Baraja. Mientras, Pérez apunta que “solo hay que ver esto”, señalando a la nueva cubierta, y recuerda entre risas que, en su época, los nuevos jugadores preguntaban si iban a entrenar “en ese campo de tierra con piedrecitas”.

Satisfacción
Los dos protagonistas coincidieron e incidieron en que lo más importante para el entrenador de un filial es que sus jugadores lleguen al primer equipo. “Cada vez que me llamaban para pedirme un jugador me llevaba una alegría. Trabajas para eso. Coincidí con Maturana, me pedía jugadores y al final debutaron once”, cuenta Pérez. Mientras, el actual entrenador del Promesas asegura que siente “satisfacción” cada vez que ocurre: “Primero por el chaval, por el esfuerzo durante el año; y luego también te ves reflejado en ellos. Veo el esfuerzo de su familia, la recompensa de tocar un poco el fútbol profesional. Casi estás más en tensión que si juega un hijo tuyo”.

Además, ambos comparten la idea de que cuanta menos diferencia haya de categoría entre el primer y segundo equipo será más sencillo para los jugadores del filial dar el salto. “El hecho de no haber jugado en una categoría superior es un estímulo para todo el mundo. La formación cuanto más cerca esté del primer equipo es más fácil que puedan pasar. Lo más importante es que progrese el jugador. El orgullo es que lleguen al primer equipo”, expresa el exentrenador. Por su parte, Baraja asegura que eso “habitualmente viene de la mano”. “Si has hecho un buen año y han debutado muchos es porque el equipo ha estado a un buen nivel, por lo que posiblemente tengas opciones de ascender”, comenta.

Trabajo, tranquilidad y confianza
A pesar del momento histórico que va a vivir el Promesas, su entrenador asegura estar “tranquilo”. “Tengo mucha confianza en los chicos porque lo han demostrado durante todo el año. El equipo ha competido en todos los campos y eso ha sido el éxito. El grupo ha sido muy sólido y ha creído en el camino que íbamos a seguir. Tienes que transmitir serenidad en una situación en la que el jugador está hiper motivado. Hay que bajar revoluciones y hacerles ver que lo que hemos conseguido hasta ahora no vale de nada si no seguimos en la andadura. Trato de ser racional, pensar en lo que quiero transmitir de manera muy clara y que ellos lo capten rápido”, explica.

Desde el primer momento, cuerpo técnico y plantilla se mostraron confiados en sus posibilidades. “El equipo ha sido muy regular todo el año. En este formato va a competir seguro. Nos ha tocado un rival complicado, como era de prever”, cuenta. Por ello, su deseo es el siguiente: “Que el rendimiento que hemos tenido durante el año sea el que vamos a tener en el playoff”.

El consejo de Pepe Pérez para los futbolistas es que piensen “que han estado trabajando este año para llegar a este momento”. Destaca que se enfrenten a “buenos equipos de otros grupos”. “Será más difícil, pero las posibilidades están intactas”, afirma.

Si el sueño se hiciera realidad, Baraja reconoce que el ascenso a Segunda supondría “un salto de calidad al Club” y “reforzar la idea de cantera”. “A nivel individual, competirán en fútbol profesional. Tenemos esa opción y vamos a gastar la bala hasta que podamos”, expresa.