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1-0: El Pucela quiso, pero no pudo

El Real Valladolid dominó el partido y tuvo ocasiones, pero la Real Sociedad puso el gol en Anoeta

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Poner toda la carne en el asador, darlo todo en el campo y buscar la victoria hasta la extenuación no le fue suficiente al Real Valladolid para puntuar en Anoeta ante una Real Sociedad a la que le bastó un pase genial de Rubén Pardo, un control magnífico de Carlos Vela y una definición impecable del mexicano para marcar el gol que los blanquivioleta buscaron y no encontraron. La Real marcó; el Pucela, no. Resultado: 1-0.

Así pues, si todos los disparos que se quedaron en salvas, el Real Valladolid tendrá que aferrarse al cartucho de ganar el domingo al Almería para buscar el triunfo que se le niega desde que doblegó al F.C. Barcelona.

El partido tuvo una lectura simple. La Real Sociedad saltó a Anoeta sin confianza tras la sorprendente derrota encajada en Almería. Los donostiarras tomaron muchas precauciones defensivas y en ataque eran incapaces de dar dos pases seguidos mientras el Real Valladolid quería autoconvencerse en cada jugada de que podía competir con un rival de mucha categoría, pero que quizá no tenía su mejor día.

Sin embargo, la calidad de la Real estaba ahí. Latente. Jaime frenó la primera ocasión de Seferovic, pero no pudo con Carlos Vela en la segunda y el mexicano marcó mediada la primera mitad.

Por unos momentos, el Real Valladolid sintió la impotencia de ver cómo su rival, con muy poco, se ponía por delante, pero en los últimos minutos de la segunda mitad levantó la cabeza y volvió a buscar el gol, generando solo una ocasión que malogró Javi Guerra con un disparo por encima del larguero.

En la segunda parte, el Real Valladolid empujó aún más esperando su ocasión y no encontró una, sino dos muy claras. En el minuto 57, Larsson armó un rápido cotraataque y dejó el balón a placer para Óscar, pero Bravo le ganó la partida en el mano a mano y sacó el balón cuando se cantaba el empate en Anoeta. Y en el minuto 61, de nuevo Óscar, a la salida de un córner, agarró un derechazo a bote pronto y el esférico se fue por encima del larguero.

Pese a los dos sustos, la Real confió todo a su orden defensivo. Juan Ignacio renovó los pulmones con la entradas de Omar, Rama y Rossi por Jeffren, Larsson y Álvaro Rubio, respectivamente, para seguir empujando. Lo logró. El Pucela no tiró nunca la toalla. Hasta el final, intentándolo con lo que tenía, aunque se la impotencia le consumía en un querer y no poder.

En el minuto 90, la Real Sociedad cometió un libre indirecto en la frontal del área y Peña pegó la bola con el alma. Pero se confirmó que el gol no iba a llegar y, sin él, el castigo implacable de la derrota.