El Real Valladolid está de dulce y sigue en la ola buena que cogió hace medio año, cuando fue capaz de levantarse para llegar a la zona de playoff y ascender a Primera. Los pupilos de Sergio González derrotaron al Huesca con un solitario tanto de Alcaraz para encadenar su tercera victoria consecutiva y alcanzar los doce puntos en la tabla. Un botín que vale su peso en oro.
La primera parte de los blanquivioleta fue muy buena. Los locales se mostraron superiores en todo a un Huesca que solo podía defenderse de las acometidas de un Pucela que, sin embargo, no era capaz de poner a prueba a Jovanovic. El tanto del partido llegó gracias a un libre directo magistralmente ejecutado por Alcaraz, todo un especialista que se estrenó como goleador con la zamarra blanquivioleta.
Un centro espectacular de Nacho y un gran cabezazo de Leo Suárez parecían sentenciar el partido ya en la segunda mitad, pero Mateu Lahoz lo anuló en diferido a instancias del VAR dos minutos después de la celebración. Una decisión correcta que dejó grogui al equipo de Sergio González y que hizo venirse arriba al Huesca, cada vez con más pólvora en el campo.
El técnico blanquivioleta reforzó la parcela central para tratar de evitar apuros y lo cierto es que Masip apenas sufrió, algo que tiene un gran valor en la máxima categoría del fútbol nacional.
Con doce puntos en la buchaca y una racha de tres victorias y un empate en los últimos partidos, el Pucela afronta el parón liguero en una situación idílica. Toca disfrutarla siempre con los pies en el suelo.
