La falta de pegada y la tensión que nubla las ideas de los futbolistas dejó el combate de La Rosaleda en nulo (1-1). El Málaga C.F. mandó primero a la lona al conjunto blanquivioleta en el minuto 13, con un testarazo de Roque Santa Cruz a la salida de un córner, pero esta vez el rival le ofreció la cuenta de protección reparadora para que el Real Valladolid poco a poco se rehiciera hasta que consiguió empatar con un tanto de Larsson, que fusiló por bajo a Willy Caballero a la media hora de juego.
En el resto del partido, los nervios pudieron con el fútbol. Las defensas pudieron casi siempre con los ataques y cuando llegó el remate no hubo gol. En la segunda parte, Santa Cruz, una auténtica pesadilla para la zaga blanquivioleta en cada balón colgado por el Málaga –su único recurso ofensivo en el partido de este sábado-, conectó dos cabezazos peligrosísimos, y en los últimos 10 minutos, con el partido roto, el Real Valladolid tuvo dos remates clarísimos de gol: Óscar, que jugó la última media hora, no pudo ajustar su disparo y se fue al larguero con Caballero batido, y, ya en el descuento, el salmantino puso un balón de oro a Javi Guerra, pero el portero argentino atajó el tiro a bocajarro del pichichi y evitó el KO del Málaga en el último asalto.
En esos dos remates de Óscar y de Javi Guerra el Real Valladolid tuvo la ocasión de salir del descenso, pero se tuvo que conformar con sumar un punto que le mantiene en la antepenúltima posición de la tabla a tres puntos de la salvación, antes de recibir al F.C. Barcelona el próximo sábado, a partir de las 16 horas.
