1-1: Punto sin pólvora
A pesar de las numerosas ocasiones, el Real Valladolid se tiene que conformar con el empate ante un CD Mirandés que se replegó tras ponerse por delante
El Real Valladolid tiene que conformarse con un punto ante el CD Mirandés en un derbi regional en el que la mayoría de ocasiones fueron locales pero que pudo caer para cualquier lado, tras una primera parte en la que los burgaleses llevaron más peligro y una segunda dominada completamente por el Pucela. Con el 0-1 los jabatos se replegaron y los vallisoletanos fueron a más, para protagonizar un asedio constante que llevó al empate y que, con mejor puntería, podría haber supuesto la remontada.
Porque, en una fotografía global del encuentro, fueron los de Almada quienes más veces estuvieron cerca del gol. Se generó mucho, especialmente en los segundos 45 minutos, y se acabó el partido con 22 tiros en total, 15 de ellos dentro del área, 14 córners a favor y el equipo metido en el área rival. Pero el tanto fue esquivo, y tan solo la genialidad de Ponceau para culminar una preciosa jugada colectiva consiguió el premio. Más fácil lo encontró el CD Mirandés, que rentabilizó sus dos tiros a puerta, diez disparos en total, para sacar un empate de Zorrilla. Que pudo ser triunfo en el descuento.
El partido comenzó con un Real Valladolid dominante, como acostumbra a arrancar los encuentros. Un centro de Garriel que no encontró a Peter por muy poco, en el minuto 13, fue el primer aviso. Pero el paso del tiempo alejaba a los locales del campo rival y acercaba a los visitantes al área de Guilherme. Sin peligro real en ningún extremo del campo, pero la sensación de que los burgaleses iban a más y los pucelanos se hacían pequeños. Desde el saque de esquina pudieron marcar los de Miranda de Ebro, en el 23', y respondió Tenés con un disparo desde fuera del área que atrapó el portero, en el 25'. El gol llegó en el 37', en una falta lateral botada al área, prolongada de cabeza y finalizada con un cómodo remate de Barea. Hubo suspense, ya que hasta casi seis minutos después no se confirmó, tras la revisión por una posible falta y un posible fuera de juego.
Dominio absoluto
Cambió el relato del choque tras el paso de vestuarios, con un Real Valladolid mucho más incisivo, con más mordiente, con más precisión, con más hambre. Las sensaciones de la primera mitad dejaron paso a un equipo mucho más insistente y más peligroso también, que desde casi el primer minuto se asentó en campo rival para, constantemente, hacer llegar balones al área.
El volumen ofensivo creció de manera notable. De dos córners lanzados en el primer acto, a botar seis más en menos de diez minutos. Los disparos tenían malicia y se acercaban al objetivo. Biuk, Peter y Tenés estuvieron cerca del gol, Meseguer lo acarició tras una falta lateral cuyo remate se fue lamiendo el palo, y Latasa de cabeza se encontró con la estirada de Nikic. La sensación era que, en alguna de esas, tendría que llegar el empate. Prácticamente todo el Real Valladolid, a excepción del portero, vivía en campo rival.
En el minuto 67 Almada realizó un triple cambio que añadió más artilleros para prender esa pólvora que se acumulaba. Más córners, más centros. Con susto no obstante ya que el Mirandés, que buscaba sentenciar a la contra, marcó en el 72', anulado por fuera de juego. Al final llegó el empate, en una bella jugada colectiva trenzada entre Alani, Chuki, Alejo y Tomeo que acabó con centro raso del central en el área y remate de tacón de Ponceau para estrenarse como goleador blanquivioleta. Era el minuto 75, la esperanza de remontar estaba viva.
Y se tuvo, claro que se tuvo. Una y otra vez. A través de más saques de esquina. A través de disparos más o menos cercanos, como la volea de Chuki, como el de Ponceau. Eso sí, esa ambición tuvo un peaje, y el hecho de que el Pucela fuera cada vez más arriba suponía dejar menos vigilada la zaga, algo que a punto estuvo de aprovechar el Mirandés en dos ocasiones. La primera, en el 89', un mano a mano de Eto'o resuelto con un paradón de Guilherme. La segunda, en el 94', disparo de Carlos Fernández fuera por muy poco.
El pitido final resolvió la incertidumbre. Reparto de puntos que deja al Real Valladolid con 12 tras ocho partidos, séptimo clasificado dentro del pelotón que todavía es LaLiga Hypermotion en su arranque, con solo cuatro puntos de separación entre playoff y descenso. El próximo domingo un nuevo derbi castellano, en esta ocasión la visita al Burgos CF a partir de las 18.30 horas.
Ficha técnica
(1) Real Valladolid: Guilherme; Alejo, Tomeo, Torres, Garriel; Meseguer (Chuki, min. 67), Lachuer (Alani, min. 46); Peter, Tenés (Jorge Delgado, min. 67), Biuk (Ponceau, min. 67); Latasa (Arnu, min. 83)
(1) CD Mirandés: Nikic; Novoa, Juan G., Martín, Córdoba, Pablo Pérez (Medrano, min. 46); Barea, Bauza (Álex Carnero, min. 83), Marino (Thiago, min. 65), El Jebari (Eto’o, min. 65); Petit (Carlos Fernández, min. 65)
Goles: 0-1, Barea, min. 37. 1-1, Ponceau, min. 75.
Árbitro: Salvador Lax (C.T. murciano) amonestó a los visitantes Marino
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 8 en LaLiga Hypermotion 2025-26, disputado el domingo 5 de octubre, a partir de las 18.30 horas, en el Estadio José Zorrilla ante 18.574 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Edu Manga, recientemente fallecido











































