El Real Valladolid se despidió de la Copa del Rey en Sevilla, al caer eliminado por el Real Betis (3-1 en el global de la eliminatoria), que se enfrentará en cuartos de final a la U.D. Las Palmas, que a su vez apeó al Rayo Vallecano.
El 3-0 que registró al final del partido el marcador del Estadio Benito Villamarín a favor del Real Betis no fue un reflejo de la superioridad verdiblanca sobre el conjunto blanquivioleta, pero sí de la eficacia de uno y otro equipo ante la portería rival.
De entrada, Djukic tuvo que recomponer la defensa que tenía previsto jugar ya que una indisposición de Rukavina le dejó fuera de combate y tuvo que recurrir a Víctor Pérez como lateral derecho de emergencia.
El Real Betis salió fuerte para intentar igualar la eliminatoria, pero el Real Valladolid paró el arreón inicial verdiblanco para pasar a controlar el partido a base de tocar el balón, aunque nunca logró profundizar lo suficiente como para poner en peligro a Casto.
En el minuto 27, el Real Betis marcó el primer gol en un córner botado al primer palo, donde Amaya conectó un certero cabezazo. Pese a eso, el partido no se aceleró y el Real Valladolid controló en todo momento la iniciativa verdiblanca.
Víctor Pérez, que tuvo que jugar de lateral derecho, protege el balón ante el acoso de Jorge Molina.
Tras el descanso, la tónica no varió en exceso. El Real Betis llevó el peso del juego, aunque sin poner en aprietos a la zaga blanquivioleta. Pero en el minuto 61 Pepe Mel realizó un cambio que resultó mortal de necesidad para el Real Valladolid porque sacó al campo al joven Vadillo, que en su primera jugada realizó una pared de tiralíneas con Rubén Castro, que el artillero sevillano convirtió el 2-0 con un remate inapelable.
Djukic dio un giro ofensivo al Pucela con la entrada de Omar por Neira y de Lolo por Rubén Peña. Omar fabricó la mejor ocasión vallisoletana con un gran disparo con la derecha desde la frontal al que respondió Casto con una mano felina. El 2-1 daba el pase al Real Valladolid, pero el portero bético cercenó la posibilidad.
El Pucela lo intentó, pero el Real Betis durmió bien el partido, moviendo el balón sin exponerlo y tapando todos los resquicios en su retaguardia cuando el esférico era vallisoletano.
En la recta final del partido, Vadillo cazó un contraataque, centró al corazón del área pequeña y Jesús Rueda, en su intento de despejar, marcó en propia puerta el 3-0 definitivo que apea al Real Valladolid y da el pase a octavos de final al Real Betis.
Más información sobre el partido, aquí.
Fotografía (Paco Puentes).
