El blanco y el violeta inundó el gimnasio del CEIP Miguel Hernández. Los alumnos del colegio, en Laguna de Duero, estaban inquietos desde primera hora. 'El Pucela en tu Escuela' hacía parada este jueves de mayo en el centro escolar y las pequeñas y pequeños, de primero a quinto de Primaria, subían decibelios cuanto más se acercaba el momento de encontrarse a Iker Ivorra y Mamadou Sylla.
Era un día muy esperado por las decenas de 'peques' laguneros. Con mayoría absoluta de camisetas blanquivioletas, con banderines, con su ilusión y sus voces afinadas, el CEIP Miguel Hernández regaló otra muestra de pucelanismo, del amor incondicional de quienes serán el futuro del Real Valladolid muy pronto. Unos pequeños espectadores muy deportistas, en la gran variedad de deportes que se practican en clubes de Laguna de Duero, y llenos de curiosidad por conocer a los futbolistas profesionales. Por compartir sus dudas y aprender de ellos.
Pepe Zorrillo, uno de los favoritos siempre en 'El Pucela en tu Escuela', dio inicio -con su visita a las aulas de infantil- a un evento especial. Ya con el gimnasio lleno de alumnos, Adri Santos y Daniel Álvarez charlaron sobre lo que significa el Real Valladolid, sobre el orgullo de pertenencia a un Club histórico, sobre valores tan importantes como el compañerismo, el equipo, la amistad, el esfuerzo. Los alumnos lo tenían claro: Amor, Esperanza, Pasión, Historia, Compromiso, Unidad. Eso es lo que los niños, en edades entre los 7 y los 11 años de edad, perciben de su Pucela.
Las preguntas comenzaron a fluir rápido. ¿Qué es un team manager?¿Qué hay detrás de un futbolista profesional? Adrián Santos, quien ejerce esa función en el Promesas, explicó todo lo que rodea a los deportistas, y puso el acento en temas como el conocido 'entrenamiento invisible' (descanso, alimentación, trabajo de prevención) o la importancia de la formación académica. La participación de los alumnos fue enriquecedora, abordando cuestiones como el cuidado de la salud física y mental.
El momento de conocer a sus ídolos se acercaba. Primero fue Iker Ivorra, medio centro del filial blanquivioleta, quien respondió a las numerosas cuestiones que lanzaban los escolares. Cuándo empezó a jugar, qué sintió cuando fichó por el Real Valladolid, cómo se prepara para un partido... decenas de manos levantadas en un gimnasio que rebosaba pucelanismo. Después, con la entrada de Sylla, la emoción se disparó. El delantero era bien conocido por todos allí, y entre las preguntas estuvo una inevitable, qué sintió cuando lanzó ese penalti del ascenso.
La mañana acabó con la entrega de una camiseta conmemorativa, una fotografía de grupo y muchos, muchos autógrafos. Un día inolvidable para estos jóvenes escolares que vibran con lo que, ya tienen claro a pesar de su edad, es su equipo, su Club, su Real Valladolid.