El inicio de temporada ha sido bueno y el equipo crece paulatinamente, algo que Rubi percibe pero que no le hace acomodarse. El de Vilasar de Mar es consciente de que el camino es larguísimo y de que aún queda mucho por mejorar. “Es cierto que la confianza va subiendo pero eso no es garantía de nada. Una cosa es tener confianza y otra muy distinta es confiarse. En estos primeros partidos me lo están poniendo difícil para hacer la alineación, hay muchísima competencia en todos los puestos y eso es bueno porque considero que no es lo mejor tener un once definido desde el principio”.
Una “buena piedra de toque” para calibrar el estado de forma del equipo será el Alcorcón, un viejo conocido para los blanquivioleta. “Siempre juegan al límite de la intensidad y trabajan mucho, es una buena piedra de toque para saber si somos capaces de imponer nuestro fútbol. La dificultad va a ser grande, como para todos los rivales del Alcorcón en Santo Domingo, y eso nos va a servir de motivación”.
