Llega el autobús del Villarreal y las entrañas de Zorrilla se convierten en un hervidero. Todo el mundo quiere saludar a Joseba, quien llega enfundado en un traje y luciendo una corbata amarilla. Los abrazos y las bromas por la indumentaria del de Hondarribia -desde luego que no es su estilo- dejan paso al partido. Cada uno por su lado y Llorente, "con muchas ganas de marcar", enfila un camino distinto al de los últimos tres años: el del vestuario visitante. Los ojos le brillan. No es un partido cualquiera.
Sin duda es un fin de semana especial para él, como reconoció tras el partido en rueda de prensa. Pero "los sentimentalismos no caben cuando nos estamos jugando las castañas". El público le mostró su cariño durante el calentamiento y aplaudió con ganas cuando la megafonía hizo resonar su nombre, pero hasta ahí. "Luego no ha habido un aplauso, es normal porque cada uno va con su equipo a muerte". Tampoco hubo oportunidad para darlo, si Pellegrini le hubiera sustituido Zorrilla se habría caído.
Joseba tuvo que pegarse con su amigo Iñaki durante el partido y la verdad es que el de Amurrio se llevó la partida durante la mayor parte del encuentro. Muy seguro, apenas dejó resquicios para que el guipuzcoano pudiera mostrar su calidad y sus ansias de gol. Sólo hubo un descuido de la zaga en todo el partido y casi fue suficiente para desnivelar el partido. A gran pase de Pires, Joseba se plantó solo ante Asenjo y a Iñaki sólo le quedó hacer falta. Penalty y expulsión. Justo. Un sentido abrazo entre ambos protagonistas mientras el de Amurrio se retiraba al vestuario puso punto y final a un bonito duelo. "Ha sido penalti", le dijo Iñaki al oído.
Tras el partido, Joseba atendió a los medios en la sala de prensa de Zorrilla y en la zona mixta. A escasos metros, su mujer, Maitena, llevaba en brazos a su pequeña Naia mientras hablaba con las mujeres de futbolistas blanquivioletas y la de Mendilibar. Mientras hablaba con amigas, al fin y al cabo. Vestida con una diminuta camiseta del Villarreal, la pequeña visitaba por primera vez el Estadio donde su padre triunfaba hace apenas sólo unos meses, cuando viajó en la barriga de su madre a Huelva para intuir el último gol de Joseba como blanquivioleta.
Fotografías: En portada, Joseba Llorente cae en el área tras la falta de Iñaki Bea (marca.com); arriba, el de Amurrio se retira al vestuario expulsado.