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La amenaza granota

El Levante U.D., líder incontestable de la categoría, obligará al Pucela a dar lo mejor de sí mismo para doblegarle

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Es posible que si Pedro López, el querido exjugador del Real Valladolid, se dedica a entrenar cuando cuelgue las botas, un día pueda decir a sus pupilos en busca del ascenso a Primera división que “es muy fácil: se trata de ganar todos los fines de semana; quizá empatar alguna vez, y se sube en abril. Yo lo hice dos veces”.

Efectivamente, Pedro López lo hizo con el Real Valladolid en la temporada 1996/1997 y, diez años después, todo indica que volverá a hacerlo con el Levante U.D. que este sábado, a partir de las 18 horas, visita Zorrilla.

Aunque el club granota, con un presupuesto muy elevado, partía como uno de los claros favoritos al título, lo que no era previsible es que a estas alturas del campeonato liderara la tabla con tanta superioridad: siete puntos de ventaja sobre el segundo clasificado y nada más y nada menos que 17 puntos sobre el tercero.

El técnico asturiano Juan Ramón López Muñiz (Marbella, Málaga, Racing, Málaga, ayudante de Juande Ramos en el FC Dnipro y la pasada temporada en el Alcorcón) ha armado un equipo rocoso que se estructura partiendo de la base de un aparente 1-4-1-4-1, con sus diferentes variantes defensivas y ofensivas, con una formación base en la que apenas suelen aparecer un par de variaciones en función de las características o los estados de forma.

El exblanquivioleta Raúl Fernández es el portero; Pedro López, Rober o Chema, Postigo y Toño configuran la defensa; Nacho Insa es el cabecero; Lerma y Campaña (sancionado en Zorrilla y que puede ser sustituido por Espinosa o Verza) más adelantados, como interiores; Jason y Morales en las bandas; y Roger, delantero centro del Pucela las dos últimas temporadas, que vuelve a Zorrilla como pichichi de la categoría con 17 muescas en su cartuchera, empatado con Joselu, del C.D. Lugo.

A nivel defensivo, el Levante se muestra como un equipo muy organizado que rara vez opta por realizar una presión elevada. Habitualmente, se sitúa en bloque medio con una formación que 1-4-5-1, donde Roger es el encargado de orientar el ataque rival por fuera o conceder conducciones por parte de centrales rivales. Ante el posible avance del equipo rival, el conjunto levantino se reorganiza sin ningún problema en repliegue intensivo con hasta nueve jugadores, quedando descolgado sólo Roger y, de forma circunstancia, alguno de los jugadores de banda, bien Jason o bien Morales.

Cuando roba el balón en la zona de creación, el Levante se transforma en un equipo muy peligroso. Con transiciones rápidas y jugadores verticales y de calidad como Roger, Jason y Morales, hace mucho daño a las defensas rivales.

A nivel ofensivo, el Levante es un equipo más efectivo que efectista, que prioriza la verticalidad y profundidad de su juego por encima de la posesión o los riesgos innecesarios en inicio de juego. Pocos fuegos artificiales, pero mucha pólvora.

Salvo en situaciones puntuales, el cuadro azulgrana opta por el inicio directo desde portero para trasladar el juego a campo contrario. Ante el repliegue del rival, no desprecia el inicio combinativo desde atrás, donde cobra importancia la capacidad técnica de sus interiores. Equipo de secuencias cortas de pase, acumula muchos jugadores por dentro para permitir subidas de los laterales y sorprender por fuera.

El Levante es un equipo que gana desde el orden y la constancia. Maneja los partidos con mucha confianza en sus posibilidades. Se encuentra cómodo en encuentros muy tácticos que suelen desequilibrar por talento individual para luego sostener el resultado o acabar por matar los partidos en el sprint final. Y para muestra un dato: 10 de sus 19 partidos ganados lo han sido por el marcador de 1-0 (o 0-1).

Gana casi por inercia, pero no es fruto de la casualidad: detrás hay un buen trabajo colectivo y jugadores de jerarquía. Buen equipo y buenos futbolistas de ataque para desequilibrar. El Levante U.D. no tiene otra “fórmula mágica”. Como el Real Valladolid 06/07…