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Así trabaja el Pucel@

La videollamada, estrella en la organización de una entidad blanquivioleta que no se detiene en pleno confinamiento

El miércoles 11 de marzo David Espinar ofreció una rueda de prensa para explicar las medidas que iba a adoptar el Real Valladolid para tratar de poner su granito de arena a la hora de frenar el Covid-19. Entrenamientos a puerta cerrada, suspensión de entrevistas personalizadas y ruedas de prensa, teletrabajo para todos aquellos empleados que no tuvieran necesidad de pisar las instalaciones del Club… Medidas que en aquel momento pudieron parecer algo exageradas pero que tres días después -en la previa el Pucela anunció la suspensión de los entrenamientos del primer equipo y del Promesas- se quedaron incluso cortas cuando el Gobierno decretó el estado de alarma.

Por aquel entonces, la entidad blanquivioleta ya había establecido protocolos y una organización interna para tratar de afrontar el día a día con la mayor eficiencia posible. Porque, aunque pueda parecer que todo está parado, lo cierto es que el nivel de actividad es importante. El Pucel@ engrana su mecanismo y se organiza a distancia.

Con el presidente al tanto de todas las novedades, el día comienza pronto, con la reunión telemática entre todos los responsables de área junto con el área jurídica y los servicios médicos. Se trata de repasar los temas que están encima de la mesa y tratar de poner solución a los problemas que puedan surgir, como supuso en su momento el confinamiento obligado en las casas. Había un plan trazado para que los jugadores pudieran entrenar al aire libre, pero evidentemente hubo que variarlo y dotarles de equipamiento para que, en la medida de lo posible, no perdieran el tono físico.

Contacto continuo
Tras la reunión del comité, el director deportivo charla con el entrenador del primer equipo, Sergio González. El flujo de información es continuo mientras los futbolistas entrenan en solitario en sus casas en virtud del plan de trabajo marcado desde el cuerpo técnico. El míster traza las líneas maestras y los preparadores físicos elaboran rutinas personalizadas que varían en función de diferentes factores, que van desde el espacio en casa hasta el material disponible para poder llevar a cabo los diferentes ejercicios programados.

Del mismo modo que los servicios médicos controlan la salud de los jugadores para actuar en caso de que aparezca algún síntoma, cada miembro del cuerpo técnico tiene asignado un grupo de jugadores a los que supervisa diariamente para conocer sus sensaciones y evoluciones. Son frecuentes también las videollamadas grupales con el míster -normalmente por líneas- con el objetivo de mantener el contacto entre todos los integrantes de la plantilla. No en vano, “la fuerza del equipo reside en el grupo, en la piña, y es algo que no se puede perder ni siquiera cuando el contacto físico no existe”, subraya Sergio.

El fútbol para, el trabajo no
“Aunque no podamos tener la parte del trabajo que más nos gusta, la del contacto directo con el vestuario, no paramos. El trabajo de despacho es prácticamente igual”, explica Miguel Ángel Gómez. El director deportivo y su equipo realizan informes, analizan oportunidades de mercado, situaciones personales en el primer equipo, el Promesas y los equipos de categorías inferiores…

Por supuesto, Gómez también dedica mucho tiempo para hablar con técnicos, los diferentes responsables del departamento de Ciencias del Deporte y con los jugadores. “No sabemos qué va a ocurrir con la competición pero nuestra obligación es estar preparados para lo que ocurra esta presente temporada e, incluso, comenzar a preparar la campaña siguiente. Ya estamos mirando aspectos relacionados con la próxima pretemporada, por ejemplo”, adelanta.

El cuerpo técnico del primer equipo no solo organiza y supervisa cada sesión de trabajo individual, sino que también analiza cuestiones que son susceptibles de mejorar. “Nos centramos en aspectos en los que podemos crecer, no estamos aún mirando a los rivales porque no hay una fecha concreta para la vuelta”, comenta el míster.

Trabajo presencial
La mayor parte del personal de estructura del Club teletrabaja durante estos días y lo hace con eficiencia, aunque lógicamente no todos pueden desempeñar sus funciones a distancia. La Residencia de Jóvenes Jugadores, esta semana noticia gracias a su colaboración activa contra el Covid-19, se mantiene con los servicios mínimos. Mientras, los empleados de mantenimiento y jardinería se encargan de que las instalaciones, con especial atención para los terrenos de juego, estén en las mejores condiciones para cuando los Anexos y el Estadio José Zorrilla se vuelvan a llenar de vida y alegría. Como todo va a ir bien, se trata de saber cuándo será posible. Ojalá que cuanto antes.