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LaLiga

Difíciles de batir

Alcaraz puso en relieve la solidez del equipo y aseguró que está en una línea ascendente

La victoria ante el RCD Mallorca ha supuesto un chute de optimismo en el Real Valladolid. Dosis extra de moral para afrontar las últimas dieciséis jornadas en las que hay que sumar los quince puntos que, según manifestó este miércoles Rubén Alcaraz, faltan para alcanzar los 40: el objetivo principal de un equipo que, a su juicio, viene mostrándose “difícil de batir” tanto fuera como en casa.

El centrocampista blanquivioleta se congratuló del triunfo obtenido ante el cuadro bermellón y que este sirviese para acabar con la mala racha de nueve jornadas sin ganar. “Estábamos más cerca de ganar que de empatar o perder en muchos partidos. Tenía que llegar y estábamos convencidos de que iba a ser en un partido importante”, manifestó.

Alcaraz subrayó asimismo que el Real Valladolid está demostrando que es un equipo difícil de batir, “ordenado y con las ideas claras”, algo que, aclaró, “tiene que notarse” este sábado ante el Villarreal en Zorrilla (18,30 horas). “Tenemos ganas de dar una alegría a la afición y lo vamos a conseguir”, reiteró el medio centro catalán.

“El objetivo claro son los 40 puntos. Cada partido es una final y la primera es ante el Villarreal. Estamos en el buen camino a pesar de la mala racha. Debemos tener claro que estamos en Primera y que jugamos contra gigantes. La línea es ascendente”, agregó el jugador, que también reconoció que están intentando “dar un paso adelante” y ser más agresivos en campo contrario para “robar el balón más cerca de portería”.

Por último, se refirió a su situación personal. “No me gusta hablar de mí y sí hablar en el campo. El entrenador está contando conmigo y teniendo confianza en mí. Con regularidad y minutos, el nivel crece. Yo intento trabajar al máximo día a día y hacerlo lo mejor posible”, sentenció.

ruben-alcaraz