Las instalaciones del Marbella Football Center, la casa del Real Valladolid durante los próximos días, alzó el telón de la concentración con una doble sesión sobre el cuidado césped. Con Kike Pérez en la recta final de su recuperación y Sekou en su proceso de redaptación al esfuerzo, la plantilla mezcló trabajo físico y con balón para abrir boca en un intenso entrenamiento matinal. Carrera continua, ejercicios de posesión y partidos en espacio reducido para comenzar a exprimir a los jugadores blanquivioleta.
Ya por la tarde, el equipo prosiguió con la preparación con un entreamiento que alternó tareas a distinto espacio y que finalizó con un encuentro a medio campo.