El Real Valladolid sufrió este sábado en Zorrilla su primer revolcón de la temporada, a manos de un Real Murcia que llegó a Valladolid como colista y se fue con tres puntos de oro para inagurar su casillero de puntos merced a un partido muy serio en la parcela defensiva y a una eficiente pegada cuando los hombres de Djukic se descubrieron en defensa.
El equipo blanquivioleta pagó muy caro su mal arranque. En su primer partido de Liga ante el Córdoba sucedió lo mismo, pero en aquella ocasión el conjunto andaluz no supo aprovechar las dudas vallisoletanas en la defensa, tanto a la hora de iniciar las jugadas como a la hora de defender su portería.
Esta vez, el Real Murcia no perdonó. En el minuto 6, en el primer desajuste grave en la salida del balón, el Real Valladolid ya se encontró con un "mano a mano" del delantero pimentonero Borja que Jaime salvó con sangre fría. Pero un minuto después, tras una falta lateral, Baraja marcó en propia puerta en su intento de despejar. Y en el minuto 16, un nuevo error a la hora de tirar el fuera de juego originó un pase a la espalda de la defensa y el segundo gol murciano, obra de Richi, que definió con maestría.
Baraja se lamenta tras batir su compañero Jaime en la jugada del primer gol del partido.
El 0-2 fue un mazazo que el Real Valladolid no esperaba. Los nervios se apoderaron del juego local y el fútbol no fluía como Djukic y los suyos querían, pero poco a poco, a base de más corazón que cabeza, consiguió encerrar en su parcela a un Real Murcia que se hizo fuerte atrás, tapando bien los huecos por el centro y cediendo las bandas para despejar con facilidad los centros, casi siempre a través del infantigable Carlos Peña.
El Real Valladolid buscó descontar la ventaja pimentonera en la primera parte, pero no lo logró. Javi Guerra, con un bonito zurdazo que despejó Alberto y Bueno, en una doble ocasión, casi a bocajarro, que también abortó el cancerbero visitante, tuvieron las mejores ocasiones locales, aunque la mejor oportunidad, sin duda, cayó otra vez para el Real Murcia en el descuento, cuando Isaac volvió a ganar la espalda a la defensa y remató fuera por centímetros.
En el descanso, Djukic metió en el campo a Víctor Pérez y Jofre por Óscar y Nafti, y el Real Valladolid definitivamente metió al Real Murcia en su parcela. Si en la derecha no acababa de cuajar la conexión Mongil - Nauzet, en la izquierda, Jofre y Peña, una y otra vez, conseguían llegar hasta la frontal con total ventaja, pero al final el centro de uno o de otro siempre acababa con el despeje del Real Murcia. Sólo Javi Guerra y Bueno lograron rematar una vez, pero sin encontrar portería.
La defensa del Real Murcia compitió a un gran nivel.
Tanta insistencia fue dando sus frutos. En primer lugar, el Real Murcia se quedó con 10 jugadores por doble amarilla de Pedro y tres minutos después, Alberto Bueno, en el punto de penalti, dejó sentado al central Jorge y cuando iba a plantarse ante el portero, el defensa sacó la mano y provocó el penalti. Amoedo Chas le perdonó la expulsión, ya que evitó una ocasión manifiesta de gol, y, para más desgracia, el meta Alberto atajó el disparo de Bueno.
Pero si algo bueno tuvo el Real Valladolid fue que nunca bajó los brazos. Lo intentó con casta y con fe. Sin mucho acierto, pero siempre tratando de empujar un poco más a su rival. Al final, la insistencia tuvo el premio en el gol de Javi Guerra, que cazó el enésimo centro de Peña en el área pequeña, lo bajó con el pecho y fusiló a Alberto.
Tras el 1-2 tocaba apelar a la épica, pero no hubo lugar a ello porque nada más sacar de centro, el Real Valladolid robó el balón y lo perdió con la misma rapidez para propiciar una galopada de Isaac desde el centro del campo, que se plantó ante Jaime y lo batió por bajo para cerrar la victoria pimentonera para 1-3.
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Fotografías (Gonzalo Martín). En Portada: Javi Guerra se lamenta.
