El Real Valladolid es equipo de playoff. Necesitaba ganar para olvidarse de lo que ocurriera en otros campos y ganó. Y, además, lo hizo con todo merecimiento. El Pucela fue mejor que Osasuna y, con un gol en cada parte, se hizo acreedor de un triunfo que le aupó a la quinta posición de la tabla en la competición regular.
Con el mismo equipo de Zaragoza salvo la entrada de Nacho por Borja Herrera, el equipo de Sergio González saltó muy enchufado al terreno de juego y dominó la pelota. Apenas dejó resquicios para el peligro rojillo y, poco a poco, sumó aproximaciones al área defendido por Manu Herrera. Un libre directo magistralmente ejecutado por Hervías sirvió para inaugurar el marcador y dar alas a un Zorrilla espectacular, volcado con los suyos.
Tras la reanudación el partido siguió el mismo guión y quedó prácticamente sentenciado cuando Vicandi Garrido señaló penalti por agarrón de Lillo a Mata, falta que acarreó la expulsión del zaguero visitante. El pichichi no falló, sumó su trigésimo tercer gol de la temporada y permitió un final de partido plácido, sobre todo gracias a que Masip evitó el gol navarro con una intervención espectacular.
Zorrilla fue una fiesta y ya se prepara para el próximo reto, el Sporting de Gijón en la ida de las semifinales de los playoff.
