El técnico del Real Valladolid B, Alfredo Merino, ofreció este lunes su versión de los hechos acaecidos en el túnel de vestuarios del estadio El Toralín tras el encuentro que midió a su equipo y a la Ponferradina. "Cuando acabó el encuentro me dirigí al colegiado para recriminarle el no haber indicado el tiempo de descuento como manda la normativa y en ese momento se acercaron dos guardias jurado y dos personas para empujarnos hacia nuestro vestuario. En ese momento se formó un tumulto de treinta segundos tras el cual aparecieron los miembros de la Policía Nacional y nos fuimos a la caseta".
Una de las personas vestidas de paisano resultó ser el coordinador de seguridad y requirió, en principio, que todos los integrantes del Promesas fueran a declarar a Comisaría para esclarecer lo ocurrido, puesto que aseguró haber sido zarandeado. "Sus propios compañeros consideraron que era algo incongruente, así que al final fuimos a las dependencias policiales yo mismo y los jugadores Lucas, Rufino y Santi Santos. En ningún momento fuimos detenidos. Allí declaramos y quiero dejar claro que en ningún momento se nos acusa de haber agredido o haber hecho ademán de agredir a ningún miembro de los Cuerpos de Seguridad del Estado". Los cuatro miembros del Real Valladolid B fueron asistidos por el abogado de la Ponferradina, club al que quiso mostrar su público agradecimiento Merino. "El comportamiento de la Ponferradina y de los miembros de la Policía de Ponferrada ha sido excelente".
Merino enfatizó sentirse "triste" por el hecho de que "últimamente parece que el filial es un equipo que da problemas" al Club. "Todos me conocéis y sabéis que soy muy exigente con la disciplina de mis jugadores, pero tengo que decir que por lo de este domingo no tengo nada que reprochar a nadie. Nos comportamos como un equipo señor".
Fotografía: Alfredo Merino da este lunes su versión de los hechos.
