Sus sensaciones son inmejorables. Atrás han quedado ya sus problemas en el menisco de la rodilla derecha y la artroscopia a la que tuvo que ser sometido hace dos meses. En todo ese tiempo, mientras sus compañeros estaban de vacaciones, Álvaro Antón se machacaba con el objetivo de acortar los plazos de recuperación e integrarse al grupo cuanto antes. Ese momento ha llegado y el burgalés lo disfruta.
"Estoy muy contento porque la rodilla responde muy bien, no se inflama y no me da ningún problema. Poco a poco voy aumentando las cargas, no se trata de precipitarse y volver hacia atrás. La verdad es que me encuentro muy bien", explica. El diez del equipo ha regresado "más maduro" al Club en el que se formó tras tres cesiones consecutivas adornadas lamentablemente por las lesiones.
"Vengo dispuesto a ser uno más, a aportar todo lo que pueda y a sumar en beneficio del grupo". Por el momento se muestra satisfecho con la evolución personal y colectiva a lo largo de la pretemporada. "No he participado en demasiadas sesiones con el míster, pero se nota que le gusta trabajar y que sabe llevar al grupo, con naturalidad. Esto tiene buena pinta", remata Álvaro con su sonrisa casi perenne. La misma que luce todos los días en Dunblane porque sabe que su reaparición en los terrenos de juego está al caer.
Fotografías: En portada, Álvaro Antón posa en la orilla del Lago Lommond, junto a los campos de entrenamiento en la Universidad de Stirling; arriba, el burgalés, en el banquillo visitante del Tulloch Stadium antes del choque ante el Inverness.
