El Real Valladolid – Rayo Vallecano de este sábado será un partido especial para el aficionado blanquivioleta. Por lo menos, antes de que colegiado dé comienzo a la contienda. Coincidirá el homenaje a uno de los mejores profesionales que han vestido la camiseta del Real Valladolid en todos los tiempos, Álvaro Rubio, con la visita de protagonistas que, por unas u otras razones, están ya en la memoria colectiva de la afición vallisoletana.
El Rayo Vallecano llegará con los hermanos Baraja, Rubén y Javi, en el banquillo. Vallisoletanos, criados en los Anexos e importantes en la historia blanquivioleta por diferentes razones. Y con futbolistas como Javi Guerra, uno de sus mejores goleadores, y Manucho y Patrick Ebert, también por diferentes razones, que dejaron su sello personal en su paso por Zorrilla. En el Rayo también está Mojica, jugador del Pucela en las dos últimas temporadas, aunque el colombiano no entra en los planes de Rubén Baraja y es posible que salga a otro Club en el mercado invernal, de la misma que forma que ya se fueron Piti y Zucullini.
Guerra, Manucho, Eber y Mojica forman parte de la quizá sea la plantilla más importante en cuanto a nombres de esta Liga 1I2I3, aunque la realidad es que el Rayo comienza la segunda vuelta en la decimoséptima plaza, con 25 puntos, muy alejado de la zona de playoff. No tanto en puntos, porque el Real Valladolid tan sólo tiene 6 más, pero si en puestos. En cualquier caso, \"amistades peligrosas\" porque pueden amargar la tarde a cualquier rival.
Desde su llegada al Rayo para suplir en el banquillo a José Ramón Sandoval, Rubén Baraja está luchando para cambiar la dinámica del conjunto madrileño. Con el vallisoletano a los mandos, el equipo de la franja ha conseguido 9 puntos en 9 partidos, con 8 goles a favor y 8 tantos encajados.
Rubén Baraja ha apostado hasta el momento por una estructura 1-4-4-2, con un once inicial bastante definido, con Gazzaniga en la puerta; Quini, Ze Castro, Dorado y Rat en defensa; Embarba, Baena, Trashorras, Álex Moreno o Aguirre en el centro del campo; y Javi Guerra, junto a Ebert o Miku, en el ataque.
A nivel defensivo, el Rayo alterna la presión alta sobre inicios de juego contrario con la presión en bloque medio. La primera línea de presión busca orientar ataques rivales por banda y recuperar a través de presión indirecta y colectiva, ya que tan sólo Baena presenta las características de gran capacidad e intensidad defensiva individual.
La línea defensiva (con dos centrales de mucha experiencia) busca mantenerse alta en un primer momento generando sensación de bloque compacto, para minimizar espacios interiores y facilitar el trabajo colectivo de presión, aunque a medida que el rival es capaz de avanzar metros no tienen problemas para reestructurarse en dos líneas de 4 cerca de área propia e intentar defender por acumulación y salir en transiciones rápidas aprovechando la velocidad de sus jugadores de banda.
En la faceta ofensiva, alterna inicios de juego directo sobre Javi Guerra para posibles prolongaciones y trasladar juego a campo contrario con juego combinativo si el rival lo permite, con dos medios centros diferentes y complementarios como Baena y Trashorras, que siempre se ofrece como primera opción de pase.
Otra de las fortalezas de este Rayo Vallecano deben ser las acciones a balón parado, con buenos rematadores y un gran nivel de lanzadores en las botas de Trashorras y Patrick Ebert.
