El Real Valladolid Promesas fue condenado por sus fallos, los cuales aprovechó el Atlético Astorgapara llevarse la victoria (1-3) de los Anexos. “Concedemos, damos de comer al rival, permitimos que se hagan fuertes en última línea… Cuando empiezas con 0-2 es muy difícil de remontar. El rival ha leído fenomenal el partido y se ha encontrado con fallos nuestros”, analizó Javi Baraja tras el encuentro.
El técnico valoró la reacción tras el descanso, momento en el que dijo a sus pupilos que dependía de ellos “que esta situación cambie”. Y es que la losa fue demasiado grande, pero el Promesas tuvo sus oportunidades, incluso con un gol anulado que habría supuesto el empate. “La cuestión no es que el árbitro condene el partido, no podemos quedarnos con esa excusa tras regalar 45 minutos y dos goles al rival. Cuando encajas tres en casa, es imposible que el árbitro tenga la culpa. No hemos estado ajustado en algunas acciones. No sé si provocado por pensar que íbamos a ganar fácil. Es verdad que hemos tenido opciones, pero es muy complicado”, señaló.
Enfadado por cómo se desarrolló en encuentro, Baraja mostró su malestar: “Con balón habíamos trabajado una estructura y se habían hundido sus extremos. No hemos conseguido llevar el balón fuera y nos hemos empeñado en ir por dentro. Cuando preparas un partido y lo interpretas de manera diferente, es imposible. No hemos creído en eso y hemos sido justos perdedores”.
Eso sí, hizo hincapié en seguir adelante y levantarse de la caída. “Me preocuparía si esta situación se hubiese dado en los tres partidos anteriores. Me da rabia que todo lo que habíamos conseguido con sensaciones positivas lo hayamos tirado al traste en 45 minutos. Los jugadores tienen que resetear la cabeza y trabajar al ritmo que veníamos haciéndolo”, finalizó.