El curso del Real Valladolid Promesas llegó a su fin el pasado domingo, con el partido que terminó en empate (1-1) en el campo de la SD Compostela. Una temporada en la que el filial blanquivioleta tuvo que enfrentarse a diversas situaciones con el paso de las jornadas, algo que le ayudó en su evolución. “Para nosotros la liga es un aprendizaje continuo por el nivel de los rivales. Contentos en la parte formativa, en la de prepararles para que ayuden cuando lo necesite el primer equipo”, explica Manu Olivas.
El técnico blanquivioleta puso en valor que contó con “una de las plantillas más jóvenes” y resaltó “la participación de dieciséis juveniles” a lo largo del curso: Iago Parente, Arnu, Rulo, Yago S.M., Arco, Mariano, Pascu, Juma, Murcia, JD Bonilla, Alani, Hugo Calvo, Aranda, César Porras, Samu y Galde. Además, trece de ellos debutaron, siendo Samu y Galde los dos últimos. Todo con el objetivo de “crecer como Club y seguir trabajando de esa manera”.
A pesar de que los partidos oficiales terminaron, el Promesas continúa trabajando en losAnexos, donde este viernes (13.00 horas, puerta abierta) recibirá al Rayo Cantabria. “Seguir exigiéndoles y ayudándoles, metiendo cosas en su mochila para que estén lo mejor preparados posibles para la pretemporada”, señala.
Manu Olivas dio el salto al filial tras los cambios en la estructura de técnicos, un cambio que le resultó “muy fácil” por el “trabajo” del anterior cuerpo técnico y la “aceptación de la plantilla”. “Un paso más. Igual de contento e ilusionado que con el Juvenil. Seguir trabajando con ellos y aprovechar estos entrenamientos y partidos para generar cosas de cara al año que viene”, comenta.