Las sensaciones que dejó Gilberto García en su presentación fueron inmejorables. Un hombre educado, agradecido y dispuesto a dejarse el alma para cumplir su sueño de triunfar en Europa y contribuir a hacer "aún más grande" al Real Valladolid. Alcatraz, apodo con el que se conocía a su padre "porque se tiraba al mar como ese pájaro" y apodo con el que quiere que se le conozca, se mostró feliz. "Cuando tenía cinco años le prometí a mi madre poder triunfar en Europa para regalarle una casa, esto último ya lo he cumplido".
"Le doy las gracias a Dios, a mi familia, al Once Caldas y al Deportivo Pasto, a mis representantes y, por supuesto, al Real Valladolid". El colombiano, internacional con su selección, se marcó como objetivos ayudar al equipo blanquivioleta y hacerse con un hueco en el combinado cafetero para disputar el Mundial del año que viene.
Juan Ignacio Martínez destacó la polivalencia de Alcatraz, le dio la bienvenida y le deseó la mejor de las suertes.
