Jugar sobre la cuerda floja y saber mantener el equilibrio. Aguantar los envites, los embistes y todo tipo de amenazas para triunfar. Esa es la fortaleza que demostró el Real Valladolid para sumar el triunfo en su visita al CD Castellón (0-1) en un partido de barro, sin glamour pero con gloria, en la que los castellanos se adelantaron en el primer tiempo y demostraron un sacrificio defensivo brillante en el segundo para mantener el botín.
La segunda jornada en LaLiga Hypermotion, cuánta emoción y qué poco llevamos de camino, regaló un partido que puso de manifiesto muchas de las virtudes de este Pucela. Ante un equipo blanquinegro que quiso hacerse con la pelota y construir con ella, los visitantes no lograron encontrar esa fluidez necesaria para crear peligro con la posesión, así que abogó por otras estrategias en el catálogo de Almada. La presión, siempre intensa. El balón parado, dañino. Así, desde los saques de esquina, es como uno y otro contendiente buscaba hacer mella en el rival.
Tomeo, en el minuto 10, buscó en uno de ellos de cabeza el gol, pero el portero lo evitó. Fue una de las pocas ocasiones manifiestas en una primera mitad que se jugó más con el corazón y las piernas que con la cabeza. La posesión era local, pero el buen trabajo castellano supuso minimizar riesgos y apenas sufrir. Así que en ese tablero de estrategia, el marcador se desequilibró de la única forma posible, en un córner. A la segunda, Biuk la puso perfecta al área y encontró un remate imperial de Latasa, testarazo de manual, para ese valiosísimo 0-1.
Era el minuto 39. Y el duelo estaba muy lejos de estar resuelto. De hecho, en esos minutos antes del descanso, el CD Castellón insistió más y la tuvo en un remate de Suero que repelió el palo, tras una jugada embarullada que favoreció a los locales.
Manual de resistencia
Es cierto que tras el descanso los blanquivioleta, hoy con esa preciosa camiseta amarilla en homenaje al campo castellano, comenzó mejor, repuesto. Pero duró poco esa sensación porque los orelluts arrinconaron al equipo, establecieron un cerco en torno al área visitante, y una y otra y otra vez buscaban el camino.
Así que, con el mono de trabajo puesto, ese que los jugadores del Real Valladolid no se quitan desde el primer minuto de la pretemporada, tocó dedicarse con concentración a la faena de defender. Un auténtico manual de resistencia para desesperar a los valencianos, que se veían superiores en juego pero incapaces de llevar el balón a la red.
Ese sacrificio fue la bandera castellana. Obligados a un bloque bajo, a veces se disipaba el peligro por calidad, otras por insistencia, y otras por acumulación. Daba igual el cómo. Lo importante era mantener la portería a cero.
Ese monólogo aguantó hasta el minuto 80, cuando el Pucela encontró vías de escape pensando en el segundo gol a la contra. Las fuerzas se igualaron, los vallisoletanos demostraron buenas piernas, los cambios aportaron frescura a un nivel de intensidad espectacular, y el marcador final se iba a marcar a fuego: 0-1. Con tensión hasta el último suspiro, porque en el 95' tuvo una más el Castellón. Pero los tres puntos viajan a Valladolid en un recuerdo muy palpable de lo que es la Segunda División española, donde cada triunfo, cada empate, se debe luchar hasta la extenuación.
Ficha técnica
(0) CD Castellón: Amir; Mellot, Óscar Gil, Sienra, Salva Ruiz (Serpeta, min. 62); Barri (Doué, min. 62), Gerenabarrena (Pablo Santiago, min. 68); Cala, Suero, Mabil (Mamah, min. 83); Camara (Markanich, min. 68)
(1) Real Valladolid: Guilherme F.; Alejo (Trilli, min. 72), Tomeo, Torres, Bueno; Meseguer (Xavi Moreno, min. 72), Jurić; Amath (Alani, min. 72), Chuki (Maroto, min. 86), Biuk (Garriel, min. 93); Latasa
Goles: 0-1, Latasa, min. 39
Árbitro: Manuel Jesús Orellana (C.T. andaluz) amonestó a los visitantes Alejo, Meseguer, Jurić; y a los visitantes Salva Ruiz, Mabil, Barri
Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada de LaLiga Hypermotion 2025-26 disputado en el SkyFy Castalia de Castellón, el viernes 22 de agosto de 2025





























