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0-3: El Pucela se regala una exhibición en Getafe

Esta vez, el Real Valladolid sí concretó con goles su superioridad en el juego, con Vivar Dorado (2) y Álvaro Rubio como ejecutores

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No hubo tres goles de diferencia entre el Getafe y el Real Valladolid, pero en esta ocasión el Pucela tuvo la eficacia goleadora que otras tardes se había negado. El juego del equipo de Mendilibar fue el de siempre: agresivo, valiente y compacto en todas sus líneas; pero el equipo madrileño, desdibujado ante un rival rocoso, falló sus ocasiones y el blanquivioleta estuvo letal.

Esta vez, el juego tuvo el premio de los goles, todos en la segunda parte: Vivar Dorado (0-1, min. 54) al recoger un rechace de Abbondanzieri; Álvaro Rubio (0-2, min. 67) al culminar con un disparo por la escuadra una contra espectacular fabricada por Víctor, Llorente y Capdevila; y Vivar Dorado (0-3, min. 76), tras una galopada desde el centro del campo, hacer la pared con Diego Camacho y picar el balón ante la salida del portero local.

El Real Valladolid siempre estuvo más metido en el partido que el Getafe. Su fútbol fue el de siempre. Nada nuevo: presión en campo contrario, múltiples robos del balón y salidas verticales con rapidez buscando las aperturas a las bandas y el centro para Llorente, quien estuvo cerca del remate en un par de ocasiones, aunque quien realmente estuvo más cerca del gol fue Víctor, que remató dos veces rozando el palo, la primera en el minuto 20 tras una salida arriesgada de Abbondanzieri y la segunda, en el minuto 32, tras el pase de la muerte de Sisi.

El Getafe se perdió en un intento vano por triangular ante la presión visitante. Baste decir que hasta el minuto 38 no consiguió romper el centro del campo blanquvioleta y hacer daño a la defensa. Pablo Hernández tiró el desmarque, Granero lo vio y dibujó un pase medido; Sergio Asenjo, rápido y valiente, salió para meter la mano y desviar la trayectoria del balón, aunque todavía le quedó un remate franco al centrocampista que disparó rozando el segundo palo, con García Calvo vendido en el primero. Y es que da la impresión de que Asenjo, de momento, tiene Ángel de la Guarda: lo para casi todo, lo imparable se va fuera o al palo, como un despeje de Pedro López -ya con el 0-3-, y sus rechaces van a sus defensas, no a los delanteros.

Los goles, en la segunda parte
Si en la primera parte el gol no apareció, en la segunda el Real Valladolid se resarció con creces. Vivar Dorado, que se cubrió de gloria en su vuelta a Getafe, abrió la lata al aprovechar un fallo del portero internacional argentino.

A raíz del gol, el Pucela cambió el guión. Dio un paso atrás y dejó de presionar en el campo de un Getafe que empezó a jugar más en el terreno vallisoletano, pero sin encontrar la vía para romper una defensa muy sólida. Sólo un remate de cabeza de Manu obligó a Sergio Asenjo a emplearse espectacularmente.

Pero no llegó el empate, sino la puntilla del Real Valladolid, que no estaba saliendo bien a la contra, pero sorprendió con una que debería proyectarse en las escuelas de fútbol. Robo de balón, conducción de Víctor, pase a Llorente a la frontal, que deja al primer toque al centro para Capdevila, que espera la salida del central y asiste para Álvaro Rubio, que con el camino libre chuta con la zurda a la escuadra. Imparable. Sublime. Elegante.

Con el 0-2, el Getafe y 23 minutos por delante, todavía había partido, pero en el 74 Asenjo atajó felinamente un disparo envenenado de Granero y el 76 llegó el gol de la sentencia, con un nuevo contrataque de bella factura. Esta vez Vivar Dorado, con la sencilla ayuda de Diego Camacho, con el que hizo la pared, se guisó y se comió otro bonito tanto que el público de Getafe aplaudió en reconocimiento a la profesionalidad de su ex jugador.

Después llegaría el ya citado despeje de Pedro López que se fue al palo, un nuevo paradón de Sergio Asenjo en un mano a mano y un error de Sisi a puerta vacía tras el centro de Capdevila, que respondió a su titularidad con un buen partido, como el resto de sus compañeros, que se regalaron tres goles y tres puntos que le otorgan tranquilidad para afrontar los dos próximos partidos en Zorrilla, ante el Recreativo y el Espanyol, consecutivamente.

Fotografías (Efe).