Un partido igualado se suele decidir por un detalle de calidad y esta vez la balanza se inclinó del lado del Almería por una acción individual de Negredo, que en el minuto 75, al saque de una falta que le había costado la expulsión a García Calvo por impedir una ocasión manifiesta de gol, marcó uno de esos golazos que darán la vuelta al mundo. La falta al borde del área fue letal: Corona levantó el balón y Negredo, de volea, partió el balón de un trallazo; lo normal es que hubiera dejado seco a un jugador de la barrera o que el balón se hubiera salido del estadio de los Juegos Mediterráneos, pero el esférico se elevó por encima del muro violeta y bajó imparable para la estirada de Sergio Asenjo, que nada pudo hacer para evitar el tanto de la victoria local.
Con qué violencia golpearía Negredo al balón que se dañó su pierna izquierda en el remate y tuvo que ser sustituido.
Al falta de 15 minutos, con el 1-0 en el marcador y 10 jugadores sobre el campo, el Real Valladolid se fue desangrando por la terrible estocada que había recibido en un minuto fatídico. Todavía tuvo arrestos el Real Valladolid para llegar hasta el área del Almería, pero la suerte estaba echada desde que Negredo agujereara la red que guardaba Sergio Asenjo.
Hasta llegar a la falta que le costó al Pucela la expulsión (en un primer momento el árbitro sancionó a García Calvo con amarilla pero rectificó a instancias de su asistente) y el gol, almerienses y vallisoletanos había librado una batalla muy pareja. A la presión de uno, respondía el contrario con más intensidad en un partido con más músculo que brillantez. Ambos equipos dispusieron de buenas ocasiones de gol, repartidas en ambas porterías. Bien es cierto que la más clara la tuvo el Almería cuando Crusat falló lo infallable al rematar fuera sin portero y sin oposición de ningún tipo cuando podía haberse metido con el balón en la portería, pero Sisi, hasta en tres ocasiones, no marcó de verdadero milagro. Llorente también pudo aumentar su cuenta goleador por dos veces, pero sus cabezazos no encontraron premio esta vez. Esta vez faltaron a la cita en el área Sesma y Víctor, algo que sin duda acusó el Real Valladolid para dejar su marcador a cero, por segunda vez esta temporada.
Además del regalo de Crusat, el Almería también rondó en varias ocasiones el gol, sobre todo por medio de Negredo, que antes de marcar ya había probado los reflejos de Sergio Asenjo y estrelló un remate en la cepad el poste, con el arquero palentino ya batido.
Así pues, el dominio fue alterno, ninguno de los dos equipos ganó la batalla en el centro del campo y ambos se repartieron las ocasiones de gol. En la recta final del partido, todo aventuraba el empate final, pero en un minuto el destino cambió violentamente.
Fotografía Portada (www.as.com): Negredo empalma el balón para dar la victoria al Almería.
Fotografía Noticia (www.udalmeriasad.com): Sergio Asenjo trata de evitar el gol de Álvaro Negredo