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1-1: El Pucela tampoco pudo con el Real Zaragoza

El Real Valladolid, que se adelantó en el marcador, no supo aprovechar la inferioridad numérica maña en los últimos 25 minutos, en los que tuvo que jugar sin Diego Costa, lesionado

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Aunque el Real Valladolid y el Real Zaragoza salieron esta tarde de Zorrilla con el mismo premio (1-1), es decir, un punto, a los que más necesitaban ganar, a los vallisoletanos, les dejó peor sabor de boca que a los maños. El Zaragoza mantiene la diferencia de dos puntos sobre el Pucela, aunque el golaverage particular a favor de los vallisoletanos quede como un premio de consolación que será importante o no en función de la trayectoria de ambos equipos de aquí al final de Liga.

Y aunque el final fue el mismo de tantas y tantas veces, es decir, empate en Zorrilla, en ese partido en el que el Real Valladolid necesitaba sumar tres puntos esta vez el guión que se escribió durante los 90 minutos varió. Normalmente era el Real Valladolid el que comenzaba encajando gol y era el que tenía que remontar a trompicones, pero en esta ocasión se aprovechó de un fallo del portero visitante, Carrizo, que se comió un centro y permitió el remate de cabeza de Diego Costa, para marcar ponerse por delante en el minuto 23 (1-0).

El guión se escribía desde la tranquilidad que ofrecía la defensa blanquivioleta, más contundente que en partidos previos, y la poca peligrosidad que mostraba el Real Zaragoza en su ataque. Pero en el minuto 39, el renglón se torció. Suazo cayó a la media punta para recibir sin marcaje, avanzó sin nadie salirle al paso hasta que llegó a la frontal, armó la derecha y clavó el balón junto al palo (1-1).

Hasta ese momento, por intensidad e iniciativa, a los puntos, el Real Valladolid llevaba ventaja al Real Zaragoza, pero el empate mandaba al descanso.

Nada más comenzar la segunda parte, el Pucela no se adelantó en el marcador por verdadera mala suerte. Manucho robó la cartera a Jarosik en la banda derecha, se escapó y puso un balón de gol para Diego Costa, que primero remató según le llegó la bola, luego mandó al palo el rechace de Carrizo y, finalmente, en su tercer intento, ya en posición forzada, bajo palos, empujó el balón por encima del larguero. Tres en una. La suerte daba la espalda al Pucela.

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Borja jugó en la banda derecha, donde Mendilibar ya le había utilizado esta temporada.

Diego Costa, una vez más, era el principal activo del Real Valladolid. Del brasileño siempre se puede esperar lo mejor, aunque en la jugada del gol salió mal parado en el codo izquierdo porque él entró a pescar en el fallo de Carrizo con la cabeza, pero Manucho, en su intento de empujar también el balón con el pie, le golpeó. Pero tres tarascadas del Real Zaragoza lo dejaron K.O. Primero Contini lo zancadilleó en la banda cuando ya le había dejado atrás el brasileño y en su caída sobre el hombro derecho se hizo mucho daño. Después, un nuevo empujón de Contini en el área (en el campo pareció penalti) le hizo rodar por el césped y, por último, Ander Herrera lo hundió con una patada por detrás. Al Zaragoza le costó la expulsión de su jugador, pero el 90% de la peligrosidad vallisoletana en su ataque salió por el túnel de vestuarios camino de la enfermería.

Así pues, en el minuto 65, el Real Zaragoza se quedó con 10 jugadores y el Real Valladolid sin Diego Costa. ¿Quién ganó en el cambio? Difícil cuestión. El caso es que Onésimo y Gay tiraron de pizarra: el vallisoletano sacó a Bueno por Diego Costa y Barragán por Pedro López (con una contractura), mientras que Gay reforzó el centro del campo con Edmilson por el mediapunta Arizmendi, con lo que Suazo se quedó solo en el ataque visitante.

Tras la expulsión, en las filas locales tocaban a carga. Pero la carga no llegó. Al Real Valladolid se le fundieron los plomos y no encontró la forma de crearle problemas al Real Zaragoza. En 25 minutos de superioridad, los vallisoletanos sólo crearon un pase magistral de Bueno que Manucho, que se escoró demasiado, desperdició contra Carrizo, y una falta lateral de Pelé que Manucho prolongó en el segundo palo hacia el punto de penalti, donde el portero del Real Zaragoza, el jugador más flojo de su equipo, volvió a dejar escapar, sin que esta vez hubiera ningún blanquivioleta para empujar el esférico.

En esos minutos de superioridad, ésta sólo se reflejó en la banda izquierda, donde Keko, que había salido por Sesma a la hora de juego, no recibió ni un solo balón en ventaja para romper la defensa maña. Keko siempre estaba solo, pero los centrocampistas vallisoletanos se atascaban y empeñaban o en jugar por el centro, donde el Real Zaragoza estaba mejor pertrechado, o por la derecha, donde Borja y Barragán no conseguían superioridad numérica y los centros nunca acababan de llegar.

El resultado final fue un empate. Empate con sabor a derrota para el Real Valladolid y empate con sabor a victoria para el Real Zaragoza. Ahora, sólo queda rescatar lo bueno que tuvo el partido para los vallisoletanos, que lo tuvo, e intentar mejorar poco a poco. Cada vez queda menos y las oportunidades se esfuman, pero tiempo hay.

Más información sobre este partido, aquí.

Fotografías (Gonzalo Martín). En Portada: Diego Costa remata de cabeza el gol vallisoletano, pero se lleva un golpe en el codo, en el intento de Contini de despejar y en el de Manucho de empujar el balón con la derecha. Arriba: Manucho lamenta no haber llegado a un buen centro de Diego Costa en el minuto 44.