El Real Valladolid consiguió igular de penalti el gol inicial del equipo forastero y se vio sorprendido con el segundo tanto catalán cuando acariciaba la victoria
Aún no hay reacciones. ¡Sé el primero!
El Real Valladolid encajó este sábado la segunda derrota consecutiva en Zorrilla tras perder por 1-2 ante el Nástic de Tarragona en un partido de fútbol extraño, donde el Pucela muestras de tener mejor equipo que un rival que estuvo por debajo de su buen nivel en las últimas jornadas, pero que se fue con los tres puntos hacia Cataluña.
Dos puntos sumados (los empates ante el Tenerife y el Lugo) en los cuatro últimos partidos en casa es el balance que lastra al Real Valladolid en su intento de soñar con el playoff.
Sin jugar bien, el Real Valladolid ya pudo irse al descanso en ventaja por pura insistencia, pero en el minuto 38 fue castigado por una indecisión defensiva en una falta central, templada a medio camino entre la salida del portero, la zaga que recula y los atacantes que entran en busca del balón. Ninguno tocó el balón, que sobrepasó la salida de Isaac Becerra y Perone marcó a puerta vacía para poner el 0-1.
En los primeros compases de la segunda mitad, el Pucela, que pasó de un 1-3-5-2 a un 1-4-3-3 con la entrada de Drazic en la banda derecha por el central Álex Pérez, jugó mucho mejor y superó al Nástic con claridad. El gol se veía venir y llegó en el minuto 54, cuando Xavi Molina cometió un claro penalti sobre Juan Villar, que, como sucediera en Alcorcón, el mismo delantero transformó.
Con 1-1, el Real Valladolid siguió atacando en busca de la victoria y el Nástic cada vez aparecía más empequeñecido. Pero si el final del partido apuntaba a la remontada y el triunfo local, desembocó en sorpresa porque Rafa se lesionó, el partido se paró, arrancó con la entrada de Raúl de Tomás por el defensa central y sin tiempo a recomponer el dibujo, Barreiro aprovechó una grave indecisión defensiva para poner el 1-2.
Ya sin la misma frescura de ideas, ya sin el mismo empuje, ya sin la misma seguridad, el Real Valladolid siguió empujando, ahora para buscar un empate que estuvo en la zurda de Jose y en la cabeza de Raúl de Tomás, pero el disparo del extremo salió desviado y el testarazo del delantero se fue al limbo porque no llegó a desviar un centro medido de Joan Jordán.