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1-4: El Real Madrid hace sangre en la herida del Pucela

Un gol de Cristiano Ronaldo y un hat-trick de Higuain bajan al Real Valladolid a la antepenúltima posición en la tabla

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El paso del Real Madrid por Zorrilla deja al Real Valladolid un poco más hundido en la clasificación, anclado en los 20 puntos y superado por el Tenerife, que goleó al Espanyol. La salvación está ahora a seis puntos, aunque por delante todavía quedan 36 por disputarse.

La gran diferencia entre el Real Madrid y el Real Valladolid en las dos áreas marcó el partido. En el centro del campo, los vallisoletanos dieron la cara, lucharon, corrieron y se emplearon con el cuchillo entre los dientes en cada acción, algo que incomodó a los madridistas en ciertos momentos, pero no fue suficiente para decantar la balanza de su lado.

Tampoco tuvo la dosis de fortuna que necesita David para doblegar a Goliat. En la primera media hora, el Pucela tuteó a un Real Madrid que todavía estaba bajo el "efecto Lyon" y le pudo castigar en un par de jugadas, en concreto, en un remate de Haris con la derecha que se fue rozando el palo y en una contra en superioridad blanquivioleta de la que Diego Costa no sacó nada en limpio.

Pero sin hacer nada, el Real Madrid asestó el primer gol. Fue una falta directa, muy lejana, que Cristiano Ronaldo ejecutó con maestría. Era el minuto 28 y el equipo madrileño obtenía una renta que no se había ganado. Diez minutos después, la diosa fortuna volvía a reírse del Real Valladolid: Pelé ejecutó una falta con brillantez, y el despeje de Casillas, que apenas pudo meter la mano ante el bote del balón en su cara, se fue a la madera. Otra vez la moneda era cruz para los vallisoletanos.

Después, Mejuto perdonó la segunda amarilla a Xabi Alonso por una mano que no vio, Del Horno sacó bajo palos un disparo de Van der Vaart y justo antes del descanso, Higuain abrió su cuenta letal y dejó el partido visto para sentencia con el 0-2.

La segunda parte duró siete minutos, los que tardó Higuain en marcar el 0-3. Todo lo que sucedió después fue a título de inventario. El Real Valladolid siguió corriendo y peleando, lo que impidió que el Real Madrid se recreara en la suerte. Y cuando la suerte hizo un guiño al Pucela, cuando Albiol marcó el 1-3 en propia puerta, rápidamente Higuain volvió a zanjar la cuestión con el cuarto tanto, el tercero en su cuenta particular.

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Fotografías (Gonzalo Martín).