A veces los análisis sencillos son los más acertados. El Real Valladolid perdió en la tarde de este sábado en el Estadio Ciutat de Valencia ante el Levante U.D. (2-1) por mala suerte. Se adelantó en el marcador en la primera mitad, controló el juego en gran parte del partido, pero se encontró con un golazo de Barkero de falta directo en el minuto 44 y otro de Rukavina, en propia puerta, en el minuto 90.
Tras la primera y mas inmediata lectura del partido, cabe su explicación: el Real Valladolid fue el que equipo que mejor jugó, el que tuvo el control del balón y que el que mostró más ambición para ganar, sobre todo en la segunda parte. El Real Valladolid buscó la victoria y se encontró con la derrota; el Levante, que solo esperaba el final del partido para no perder, sumó una derrota que le deja con 33 puntos y la salvación virtual.
La primera parte fue igualada. El Real Valladolid se adelantó en el marcador con un golazo de Baraja en el minuto 8. Con la tranquilidad de ir por delante, el Pucela movió bien el balón y controló el partido en el centro del campo, aunque careció de profundidad para hacer daño a un Levante que no perdió la cara al partido y tuvo una gran ocasión para empatar en el minuto 18 (Martins se precipitó en el disparo y Dani atajó sin problemas el esférico del peligroso delantero local) y que sin atosigar nunca a la zaga visitante sacó una falta al borde del área que Barkero, con su zurda de seda, clavó en la portería blanquivioleta.
Tras el descanso, el Real Valladolid fue el mejor equipo sobre el césped. El centro del campo fue suyo con gran autoridad. La presión habitual del Levante esta vez fue estéril. El Pucela movía el balón con suficiencia, pero no encontró el camino de la portería rival. Y cuando quizá lo encontró en un remate de Larsson, el balón tropezó en Javi Guerra camino de la portería y Munúa batido. El Real Valladolid quiso ganar, pero no vio la forma de hacerlo. Y el Levante no veía la forma de ganar, aguantó el empate y esperó un golpe de fortuna que al final le estalló al Pucela.
La mala suerte llegó hasta tal punto que el empate, que era el premio de consolación que el Real Valladolid merecía, se le negó en el minuto 92, cuando Valiente, en el área pequeña, quiso ajustar tanto un remate franco de cabeza a centro de Neira que el balón, increíblemente, se fue lamiendo el palo.
Tras dejarse tres puntos en Valencia, que le hubieran permitido dar un paso de gigante hacia la salvación, el Real Valladolid tendrá que seguir remando.
El próximo partido será en Zorrilla, ante el Athletic Club, el próximo viernes, al día siguiente de cerrarse un mercado de invierno en el que el Pucela ha perdido a un gran futbolista como Ebert para mes y medio y ha encontrado tres refuerzos: Baraja, que volvió a cuajar un buen partido al lado de Álvaro Rubio; Larsson, el mejor jugador sobre el césped del Estadio Ciutat de Valencia en la tarde de este sábado; y Jesús Rueda, ya recuperado de su lesión.
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Fotografía (Efe): Los jugdores del Real Valladolid, desolados, tras el gol de la derrota. Galería fotográfica en Facebook/RealValladolid.