El Real Valladolid será uno de los 16 equipos que estarán en el próximo sorteo de los octavos de final de la Copa del Real, tras apear esta noche en el Estadio Zorrilla al Hércules de Alicante, con el que empató a dos goles, resultado del partido de vuelta de dieciseisavos que dejó la eliminatoria final en un contundente 7-3 a favor de los blanquivioleta merced al triunfo por 1-5 el pasado 29 de octubre en el Estadio Rico Pérez.
Así pues, prueba superada, tanto por el desenlace final de la eliminatoria como por el objetivos colateral que se había marcado Mendilibar en la misma, que no era otro que dar la posibilidad a los jugadores que menos habían tenido la oportunidad de jugar en la Liga de demostrar que están a la altura del reto de ayudar al equipo a mantenerse en Primera división. Por ejemplo, de esta eliminatoria copera ha salido reforzado un jugador como Haris Medunjanin, que cuajó un buen partido en Alicante y que esta noche puso la nota de calidad con un golazo.
Aunque no era fácil por el resultado del partido de ida, el Real Valladolid cuajó un partido serio. Trató de divertir a los 6.438 espectadores y por momentos lo consiguió, con algunas combinaciones de mérito que entretuvieron a los fieles blanquivioleta. La realidad es que sin cuajar en grandes acciones de gol, el Real Valladolid fue dueño y señor del partido, salvo en el últimos minutos, cuando después de haber conseguido los dos goles (Víctor de penalti en el minuto 51 y Haris en el 80), los blanquivioleta se recrearon en la suerte, se dedicaron sólo a atacar y dejaron la defensa vendida, circunstancia que aprovechó Sendoa para empatar al contraataque.
En dos minutos (84 y 86), el Real Valladolid en cierta manera emborronó el partido más que correcto que había firmado anteriormente, aunque el pescado ya estaba más que vendido.
Ahora, a pensar en el Real Madrid.
Fotografías (César Minguela). En portada, Haris celebra su gol. Arriba: Canobbio pelea con Raúl la posesión del balón.
