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3-1: El árbitro desafloja al Pucela en Elche

El lamentable arbitraje del colegiado gallego Amoedo Chas noqueó al Real Valladolid y dos faltas directas en el último minuto de la primera parte y un gol en propia puerta lo remataron

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El patético arbitraje que perpetró el colegiado gallego Amoedo Chas fue el gran protagonista de la derrota por 3-1 del Real Valladolid en Elche y de la consiguiente eliminación blanquivioleta del play-off de ascenso a Primera división, que disputarán en su final el Granada y el equipo ilicitano.

Amoedo Chas desarrolló una labor lamentable en contra de los intereses del Real Valladolid. El Elche planteó un partido duro, jugando al límite de la tarjeta roja en cada entrada que hacía, y el colegiado se puso una venda en los ojos, dando alas a los futbolistas locales. Pese a todo, los vallisoletanos, incrédulos ante lo que estaba sucediendo desde el primer minuto en el Estadio Martínez Valero, no aflojaron y jugaron un buen partido, tratando de combinar en la medida de lo posible, aunque la mayoría de las jugadas terminaban con un futbolista blanquivioleta rodando por el césped del Martínez Valero ante la permisividad de un colegiado al que se le iba de las manos aquello porque le venía muy grande la responsabilidad, superado por los acontecimientos.

Pese a remar contracorriente, el Real Valladolid encarriló la eliminatoria con un golazo de Óscar en el minuto 23, con un sensacional disparo a la escuadra que puso el 0-1. El Elche, a base de garra y fuerza con el balón y juego duro con la complacencia arbitral sin él, no perdió la cara al choque y al final de la primera parte, en un abrir y cerrar de ojos, dio la vuelta al marcador. Primero con una falta directa de Edu Albácar que Javi Jiménez, que había tenido dos grandes intervenciones anteriormente, no pudo atajar en un fallo clamoroso. Albácar, especialista en este tipo de lanzamientos, pegó el balón centrado y con mucho efecto. En su vuelo, el esférizo realizó varios extraños y el resultado es que a Javi Jiménez, al intentar coger el balón de las manos, se le escurrió hacia las mallas. Era el 1-1.

Tras el saque de centro, llegó la jugada clave del partido, que resume la decisiva influencia del colegiado en el resultado final. Javi Guerra forzó un córner y el colegiado decretó saque de puerta. La acción fue de una claridad meridiana, pero Amoedo Chas, cegado por su incompetencia, volvió a marrar en la enésima decisión arbitraria, injusta y sin sentido. La jugada siguió y a renglón seguido, ya dentro del minuto de prolongación, convirtió un despeje con la cara de Marc Valiente en una mano y tarjeta amarilla al central ante la impotencia de los vallisoletanos. Edu Albacar ejecutó de forma magistral el lanzamiento a la escuadra, sin que esta vez Javi Jiménez pudiera hacer nada por evitar el 2-1 con el que se llegó al intermedio.

Segunda parte
Tras el descanso, el Real Valladolid hizo de tripas corazón y cabeza fría y consiguió mantener a raya al Elche a base de mover el balón con la suficiente rapidez para que los jugadores ilicitanos no pudieran interrumpir el juego con faltas. Pero para rematar una de las tardes más negras de la historia blanquivioleta, Jordi metió el pie en un centro sin peligro al que llegaba Javi Jiménez con comodidad y marcó el 3-1 en propia puerta en el minuto 57.

Ahí se acabó el partido, porque el Elche es un equipo curtido en mil batallas y sacó del encuentro poco a poco al Real Valladolid, que se fue consumiendo con el paso de los minutos. Cada dos por tres el juego se interrumpía, un jugador del Elche caía fulminado para perder tiempo y el Real Valladolid entró en una espiral de desbarajuste, superado por las circunstancias. En un abrir y cerrar de ojos, el partido se había terminado y con él la temporada para el Pucela.

El fútbol no fue justo esta tarde y el mejor equipo, el que sólo quiso jugar, cayó con estrépito tumbado por un colegiado que debería replantearse seguir en esta profesión para la que no está capacitado. Sólo ante la incompetencia de Amoedo Chas el Pucela aflojó. Ahora sólo queda levantar la cabeza y empezar a trabajar desde ya mismo para el próximo proyecto. Porque, desgraciadamente, el fútbol es así y aunque la ilusión quede aniquilada, siempre acaba floreciendo.

Más información sobre el partido, aquí.

Fotografía de portada (Juan Carlos Manceras): Amoedo Chas, con mirada prepotente ante las quejas de los jugadores del Real Valladolid por su arbitraje.