El Real Valladolid cuenta con buena salud financiera, un balance óptimo y un coste de plantilla superior al límite marcado siempre acorde a la normativa. Todo esto y mucho más ha explicado este lunes Luis García, director financiero de la institución, en una rueda de prensa en la que ha profundizado sobre la ecuación de equilibrio presupuestario que elabora LaLiga, la situación del Club, las operaciones en el mercado de fichajes y el crecimiento de la estructura en un curso en el que, debido al descenso, ha tocado llevar a cabo un ajuste relevante.
García, quien antes de ser parte de la entidad blanquivioleta trabajó para LaLiga en control económico y financiero, arrancó aportando luz a las complejas cuentas que llevan a establecer los comunmente llamados límites salariales de cada equipo, es decir, "el límite máximo que cada Club puede incurrir en su coste de plantilla deportiva a nivel de primer equipo, que se denomina inscribible, y el resto de equipos, no inscribibles; además de seguridad social a cargo de la empresa, coste de cesiones, licencias, amortizaciones... es un compendio de conceptos". "Los clubes antes de cada temporada tenemos que presupuestar la temporada siguiente y junto con los datos de temporadas pasadas auditados, LaLiga calcula la ecuación de equilibrio presupuestario, y con ese cálculo llega a una cifra que es el límite de coste de plantilla deportiva" detalló, ampliando sobre que ese cálculo complejo incluye "el conjunto de resultados de cada Club en las dos temporadas anteriores, más lo que se presupuesta para la temporada en curso, y tiene en cuenta flujo de caja, generación de recursos, pago de deuda, deuda que cada Club tiene, etc.".
Destacó García que el Real Valladolid ha realizado un esfuerzo para ampliar ese límite y establecer el coste real, un escenario que "está regulado en la propia norma, no es una situación excepcional, en los tres últimos años ocurre con más frecuencia, del orden del 30% de los equipos parten con un coste superior al que valida LaLiga". Una ampliación que en el caso del Pucela ha sido de más del 40% y que también lleva aparejado una serie de "criterios regulados, normas restrictivas, hay limitaciones de tesorería, mucha letra pequeña, con unos porcentajes limitados, si un club debe realizar nuevas inscripciones tiene que realizar previamente un ahorro, pero no cualquier ahorro ni cualquier beneficio, tiene unos porcentajes determinados, y el costo total no puede superar un 60% el gap entre coste y límite".
Sobre si los clubes gastan realmente todo el límite que fija LaLiga, aclaró Luis García que "la dinámica en Segunda es gastar no sé si el 100% pero sí el 98.5%; en Primera no siempre se consume el límite salarial, pero en general todos los clubes están por encima del 90-95%".
Situación financiera saludable
Más allá del cálculo del límite salarial, la presencia de Luis García sirvió para profundizar en otros aspectos relacionados con las cuentas del Club. Unas cuentas que son públicas, están auditadas y se comparten anualmente con LaLiga y el CSD, y están publicadas en la propia web del Real Valladolid, en su apartado de transparencia.
En primer lugar, argumentó que el descenso ha supuesto un "ajuste drástico porque los ingresos, principalmente los audiovisuales, caen bastantante, a pesar de que nuestro mix de ingresos es bastante bueno el impacto de lo audiovisual es relevante", y que parte de las ventas de jugadores "van a paliar en parte esas pérdidas y el coste de plantilla". En este punto aclaró que, tras los traspasos en el mercado de fichaje de este verano, las matemáticas no son tan sencillas como sumar importes. "Parece que la cifra es de 30 millones pero hay que ir a la letra pequeña de la norma y aplicarla. Vendes por una cantidad X y hay que restar amortización, valor contable del jugador, porcentaje que son propiedad de terceros, costes de agentes, de intermediación, costes de descuento de vencimientos... haces la suma y el resultado no son 25 millones" calculó, y aprovechó para subrayar que "todo lo que se ha podido reinvertir de esos beneficios se ha destiado a la plantilla deportiva, una plantilla similar en coste a la de la temporada 2021-22".
Dentro de la complejidad que suponen las aritméticas financieras, Luis García quiso ser didáctico para explicar las diferentes situaciones que afronta un club. "Tenemos que entender que un club desciende en junio y en julio ya está en otra categoría, no es una situación que puedas amoldar en 30 o 60 días" y respondió, sobre si el Pucela tiene capacidad de maniobra de cara al mercado invernal, que "este mercado de verano el Club ha realizado sus máximos esfuerzos, de aquí a invierno se pueden crear disponibles adiccionales, otro tipo de ingresos que acredite el Club que no están presupuestados inicialmente".
Una estructura en crecimiento
Además del coste de la plantilla, Luis García respondió sobre los "costes necesarios de cualquier empresa, proveedores, aprovisionamiento, mantenimientos, coste de la plantilla no deportiva, es el escenario general de cualquier club, que también tiene una serie de ingresos que no son por traspasos, abonos, match day, comerciales... y unos costes de estructura sin la cual no es viable tener una plantilla deportiva".
En esa línea, certificó que "el Club tiene una situación financiera normal, saludable", con una situación de "liquidez y balance óptima, el Club siempre ha atendido cualquier tipo de pago, esa situación no ha cambiado". Y, como ejemplos concretos, dijo que "con las fichas de la temporada pasada se llegó a un acuerdo con los jugadores, están pagadas casi en su totalidad, se calanderizó y queda un último vencimiento", como también sucede "con el anterior cuerpo técnico, se llegó a un acuerdo".
Sobre las operaciones de crédito que mantiene abiertas el Real Valladolid, contestó que "cuando un club o empresa pide financiación no es que algo vaya mal, endeudarse es bueno para crecer, hay clubes de Primera potentes que tienen más de un 100% de sus derechos audiovisuales pignorados en deuda, nosotros hemos hecho varias operaciones de financiación y se reparan sin problemas", y aprovechó para recordar que la deuda concursal, que "cuando llega la nueva propiedad, 1 de julio de 2018, la deuda concursal era de 25.3 millones de euros; a día de hoy es de 3 millones que persisten porque hay un calendario establecido para su repago, no conlleva problema ni preocupación".
Por último, cuestionado sobre el interés de otros inversores, Luis García zanjó que "si no hubiera interés por el Real Valladolid me preocuparía, porque algo estaríamos haciendo mal", y concluyó: "Claro que hay interés, como lo hay en los otros 40 clubes profesionales, todos los meses a LaLiga llegan inversores interesados, son clubes muy atractivos, saneados, con buena competitividad, buen producto audiovisual, y es muy atractiva LaLiga para los inversores. De ahí a que haya algo más, nada de eso".
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