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El equipo equilibrado

El Real Valladolid consigue igualar su balance de victorias y derrotas, así como su cuenta particular de goles a favor y en contra

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Cualquier equipo que quiera circular en una competición en su zona media, sea del deporte que sea y de la categoría que se trate, tiene que trazarse un objetivo: ser un conjunto equilibrado en su juego y en sus resultados. El Real Valladolid lo ha conseguido con mucho esfuerzo, coincidiendo con el arranque de la segunda vuelta del campeonato. En el primer tercio de la competición el Real Valladolid cedió terreno, pero ya lo ha recuperado.

Al paso por los 10 primeros partidos de Liga, los números eran más preocupantes que el juego. La imagen blanquivioleta en el césped estaba muy por debajo de sus guarismos en la clasificación: una victoria y cinco derrotas; 12 goles a favor y 20 en contra.

Tocaba remontar y se ha conseguido con números de Champions. Y es que en la clasificación parcial de esas diez últimas jornadas, el Real Valladolid siempre está entre los cuatro mejores equipos de la Liga. Impresionante. Aunque el estirón final del equipo blanquivioleta ha llegado en 2008, en estas tres últimas jornadas saldadas con tres victorias de tres partidos, con ocho goles a favor y dos en contra, cifras sólo igualadas por los líderes: Real Madrid y Barcelona. Increíble.

El hecho es que la última racha de buenos resultados ha llevado al Real Valladolid ha conseguir el equilibrio absoluto en sus cifras: tiene el mismo número de victorias que de derrotas (siete, más seis empates) y tiene los mismos goles a favor que en contra (29).

El equilibrio en las cifras es el reflejo de un juego más estable. El Real Valladolid ha llegado menos veces a la portería contraria en los últimos partidos, pero a su vez tampoco le crean tantas ocasiones de gol como en el arranque del campeonato. Además, el factor suerte empieza a compensar el déficit inicial: antes, los rebotes en los defensas iban a gol; antes había que fabricar cinco ocasiones de gol para que la pelotita entrara y ahora basta con pasar a Llorente un par de balones de remate. En definitiva, se regala menos y se acierta más.

El Real Valladolid es ya un equipo respetado en Primera. Es un equipo serio, trabajado, solvente, conjuntado, sacrificado, profesional. Un equipo competitivo. Un equipo equilibrado.

Fotografía de portada (César Minguela): Último once inicial del Real Valladolid, el alineado por Mendilibar en el encuentro ante el Espanyol.

Fotografía superior (Juan Carlos Manceras): Capdevila y Marcos, al ataque en la banda izquierda.