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Primer Equipo

Dos Torres blanquivioleta

Javi y David charlan de padre a hijo para transmitir sus vivencias con la camiseta del Real Valladolid y mirar hacia el futuro

Javier Torres Gómez (Madrid, 09-01-1970) necesita poca presentación como blanquivioleta. Tras su retirada en 2005, ahora David Torres Ortiz (Valladolid, 05-03-2003) trabaja a diario para hacerse un hueco en la historia del Real Valladolid. En una charla entre padre e hijo en Pucela Play, ambos coinciden en esa entrega y en la humildad como puntos clave en el camino.

David empezó muy pequeño en la Escuela del Real Valladolid y lo compaginó con el CD Parquesol, donde jugó hasta recalar en categoría infantil en la entidad blanquivioleta. Fue subiendo escalón a escalón hasta que el año pasado, en su último año de juvenil, dio el salto al Promesas. “Venía de una lesión y no me esperaba dar tan rápido ese paso con el Promesas. Tienes que adaptarte al ritmo de juego, a los contrarios, a la categoría…”, explica. De hecho, Javi recuerda que ese día, frente al Real Unión, estaba en Brasil por motivos laborales. “Te llamé para que me contaras la experiencia y te noté ilusionado”, apunta.

Ser hijo de un futbolista tan reconocido como Javi Torres es diferente para un jugador que busca labrarse su senda. Pese a ello, David asegura que lo ha llevado “bien”. “Siempre me has dejado hacer lo que quisiera y tomar mis decisiones, no me has agobiado en este tiempo”, destaca a su padre, quien explica que siempre ha tratado de “no intervenir mucho”: “Que fueras tú quien te dieras cuenta de lo que hacías bien y mal”.

Como padre, Javi asegura que se parecen “en la concentración, en no escatimar esfuerzos” cuando él estaba en el terreno de juego y cuando ahora lo hace David. “Ese carácter competitivo lo tenemos los dos”, señala. Eso sí, afirma que el joven central tiene “más calidad y visión de juego”.

Y es que Javi cuenta que el Real Valladolid le ha dado “todo” y por eso lo considera como su “casa”. Ahora, con David en dinámica del primer equipo y tras el estreno en Copa del Rey, desea que este también pueda cumplir el objetivo de jugar en Zorrilla. “Hacerlo ante tu público es algo especial y ojalá llegue el día porque es el sueño que persigue todo canterano”, comenta. Mientras, el joven reconoce que es una de sus metas: “Prácticamente desde que nací llevo viniendo a ver al equipo los fines de semana desde la grada. Estar en el césped sería una alegría inmensa”.

Una charla de Torres a Torres, de padre a hijo -y viceversa-, de leyenda a promesa, en clave blanquivioleta y con el pasado y el presente como puntos clave. El futuro (y lo mejor) está por llegar.