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Héroes blanquivioletas: Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado

Es difícil acostumbrarse a ver Valladolid casi desierto. Más aún para aquellos que la patean, o la patrullan, a diario. En esta ocasión desde el Club el aplauso va para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado quienes, en estos días raros, velan por hacer cumplir el estado de alarma además de mantener la calma y ayudar a los ciudadanos. Héctor Rivero y José Enrique Cano, Policía Nacional y Municipal respectivamente, abonados blanquivioletas, relatan cómo es para estos profesionales enfrentarse al reto del Covid-19.

Ambos asumen con naturalidad el hecho de estar expuestos al contagio ya que "cuando uno decide ser Policía tienes muy claros los riesgos a los que te expones, somos bastante meticulosos con nuestra propia seguridad" aporta Rivero, y completa Cano al afirmar que "nuestro puesto tiene una serie de riesgos implícitos, estamos en contacto con personas de grupos de riesgo y te puedo hablar de muchas enfermedades, no solo el Covid-19; nunca me he parado a pensar que me puedo infectar". 

Después de pasadas tres semanas, desde aquel 14 de marzo que sentimos tan lejano, los agentes aseguran que los primeros días fueron más difíciles y que ahora se trabaja "igual que siempre con pequeños matices -explica Rivero-, debido al protocolo de limpieza" que ambos cuerpos han puesto en marcha, y que incluye, en esencia, limpieza de equipos y mantener la distancia social entre trabajadores de manera que los relevos se hacen escalonados para que coincida el menor número de personas en vestuarios y zonas comunes, y se guarda más espacio entre unos y otros en salas de reuniones. 

Hacer cumplir el estado de alarma

Debido al Coronavirus lo que más ha cambiado para estos profesionales es sus funciones, un amplio abanico de acciones que ahora se focalizan en "dar cumplimiento al estado de alarma". Reflexiona Cano que "ha cambiado la vida para todos y la sociedad, en tan poco tiempo, requiere de otras necesidades y otros servicios", y por ello Policía Nacional y Municipal se esfuerzan en "controlar a las personas y vehículos, y sobre todo que el ciudadano se sienta protegido e intentar ayudarlo de la manera que lo necesite", coinciden ambos.

No es una tarea fácil. Confinados en nuestras casas, con las excepciones establecidas en el Real Decreto, nos hemos acostumbrado a ver a hay personas que se escabuyen de su obligación y nos ponen a todos en riesgo. Las Fuerzas de Seguridad informaron y explicaron durante los primeros días pero, a estas alturas, "al que incumple no queda otra que sancionar", admite Héctor Rivero, que sin embargo adopta una posición de positividad al ser preguntado por alguna excusa que haya recibido estos días por parte de infractores para evitar la multa: "Quiero pensar hacia bien, más que excusas interpretamos que es falta de información de esas personas".

En Valladolid, por el momento, Rivero asegura que "no ha ocurrido ninguna situación de tensión como las que salen en los medios nacionales", y José Enrique Cano ratifica esas palabras: "Siempre hay gente un poco más remisa pero son los menos, la excepción. La gente está cumpliendo y tenemos que sentirnos orgullosos de cómo estamos aceptando e interiorizando esto. Alguna vez tenemos alguna dificultad con alguna persona que no entiende, pero es nuestro trabajo. Tenemos que poner todos de nuestra parte para superar este bache".

No obstante, ninguno de los dos agentes olvida que, más allá del Covid-19, su trabajo continúa. "El tema de tráfico, como accidentes o infracciones, ha bajado muchísimo al bajar la intensidad. También ha bajado muchísimo el tema de control de ordenanzas por la noche, cierre de bares, lo que afecta al comercio, claro", repasa desde la Policía Municipal Cano, que en el otro lado de la balanza pone "temas de seguridad ciudadana, hay grupos que hacen fiestas en domicilios, tenemos que acudir por molestias de ruidos y cosas así". 

Eso sí, la situación en Valladolid es de tranquilidad y responde Cano que en la ciudad no hay que temer por saqueos o vandalismo que se produzca al abrigo de la noche y la ausencia de vida en las calles. "Está controlado, la gente es bastante responsable y no creo que lleguemos a eso", sentencia. 

En cambio donde sí detecta algo de presión el agente Municipal "en determinadas zonas de la ciudad" es en relación a esas situaciones que se dan, en ocasiones, entre vecinos y quienes pasean a sus mascotas. Cano, quien convive con un perro, pide "no abusar" de la excepción que incluye el Decreto y hace un llamamiento conciliador: "Pasado un mes se hace más duro pero tenemosq ue entender todos los puntos de vista. En el caso de los animales se puede -salir a la calle- para que puedan hacer sus necesidades, pero en un radio con sentido común, no irse de un barrio a otro; no abusemos porque es una falta de respeto hacia los demás, por ejemplo los que están con niños y también necesitan salir".

Sentir el cariño de los ciudadanos

En medio de este escenario desde la Policía Nacional y Municipal destacan ambos abonados del Real Valladolid que reciben "muchos gestos que agradecen la labor que realizamos". "En el día a día la Policía recibe otros gestos que nada tienen que ver con aplausos, y esto emociona y da fuerzas para seguir, ver que tu trabajo te lo devuelven con algo positivo" manifiesta Héctor Rivero sobre ese aplauso colectivo a las 20 horas, y agrega Cano que también hay pequeños gestos, como ciudadanos que hacen llegar a los agentes las mascarillas caseras que fabrican o mensajes de ánimo en la calle. Un reconocimeinto que comparten "con todo el mundo, sanitarios, personal de limpieza, dependientes, comerciantes... todos aportan".

Ese cariño también lo reciben en sus hogares, donde conviven con familia y a donde trasladan los mismos protocolos de higiene y seguridad que mantienen en el trabajo.

Y, ¿qué podemos hacer los ciudadanos para que el trabajo de los agentes sea más fácil? Su mensaje es claro: quédate en casa. "Eso facilita mucho nuestra labor -explica Rivero-, evitamos que al parar gente nosotros podamos contagiar a esa persona, o esa persona a nosotros, y que esto sea una rueda que nunca acaba". 

Un discurso que suscribe José Enrique Cano, que insiste: "Tenemos que hacerlo todos, los que se tienen que quedar en casa, los que tenemos que trabajar... tenemos que resistir en beneficio de todos. Esto que ha venido es muy duro pero entre todos, con solidaridad y respeto, lo vamos a conseguir". Y, para concluir, apunta sobre la prolongación del estado de alarma que "somos conscientes de que tenemos que meter una cuarta velocidad en cuanto a la resistencia".

La vuelta a la normalidad

Quizá lo veamos lejos. Incluso muchos vallisoletanos, llegados a este punto, sientan que pisar la calle para ir al supermercado o a tirar la basura es lo raro. Pero en el horizonte está la anhelada normalidad, y en eso también piensan estos dos aficionados al fútbol.

"Lo más bonito es ver el latir de la ciudad, el bullicio de parques y bares, la vida en las calles" rememora Cano, y Rivero aporta que "para la Policía es muy importante la actividad, es lo que hace que nuestra labor tenga un sentido, nuestro trabajo es la colaboración ciudadana".

Por eso ellos han imaginado cómo será la vuelta al Estadio José Zorrilla. "Creo que ese primer día será un lleno absoluto, ambiente tipo playoff, con todo el estadio dejándose la voz por los que se dejan la piel en el campo" sueña Héctor Rivero; "Va a ser maravilloso volver a sentir eso", concluye José Enrique Cano. Y es que, aunque el mundo que nos espera puede que no vuelva a ser como lo conocíamos, todos deseamos volver a sentir el calor de esos abrazos que tanto nos gustan, los de gol del Real Valladolid.

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