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2-0: El Pucela da una alegría

Dos goles de Javi Guerra a sendos centros de Carlos Peña dieron una justa victoria al Real Valladolid frente al Huesca

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Tal y como pronosticó Abel Resino en la previa del Real Valladolid - Huesca, el equipo blanquivioleta se reconcilió con su afición a base de garra y compromiso. Y gracias a su victoria por 2-0, claro, en la que tuvieron que ver mucho dos hombres: Peña y Javi Guerra. El lateral zurdo puso dos balones de oro al malagueño, que recuperó el olfato de gol. El primer tanto, extraordinario, llegó en el minuto 31 con un cabezazo soberbio a la cepa del poste con un centro medido de Peña. El segundo, en el minuto 68, con otro centro sensacional del defensa que Javi Guerra bajó con el pecho y acertó a empujar ante la salida del meta Andrés.

Abel Resino también había pronosticado que la primera victoria que pusiera punto final a una racha nefasta de siete partidos sin ganar iba a costar sangre, sudor y lágrimas. También acertó. El triunfo fue justo porque fue el Pucela fue mejor equipo que el Huesca, pero en absoluto estuvo sobrado, porque si los blanquivioleta no se hubieran vaciado sobre el césped, quizá el resultado hubiera sido otro. Y enfrente, por mucho que el Huesca no diera la impresión de ser un equipo muy peligro, tenía a un equipo que llevaba ocho partidos sin perder. Así pues, victoria tan justa como sufrida y trabajada.

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Matabuena debutó con la camiseta blanquivioleta en el minuto 56. El cántabro dejó su tarjeta de visita en el campo, defendiendo su parcela con agresividad. Su entrada provocó por Jofre supuso que Sisi se desplazara del centro a la banda izquierda y que Jorge Alonso adelantara unos metros su posición.

El Real Valladolid tuvo luces y sombras. Las luces estuvieron en la actitud. Los jugadores se dejaron la piel, más allá de su acierto. Las sombras, en las imprecisiones que llevan a los nervios, a la inseguridad, acentuados sobre todo en la parte central de la zaga y en el medio centro. Sí estuvo firme por fuera, donde Pedro López y Peña estuvieron sobrios, pero en el eje no acabó de transmitir contundencia.

Tampoco acabó de desbordar por los extremos, aunque en la segunda mitad, sobre todo a través de Sisi, estuvo incisivo, al margen del trabajo a destajo que siempre brinda el manchego.

Y arriba, Javi Guerra fue de menos a más, hasta rubricar con su clase un doblete que da al Real Valladolid tres puntos, una victoria que debe de marcar un antes y un después, aunque de nada valdrá si no se ve refrendada con un buen trabajo ante el Alcorcón el próximo sábado, donde el conjunto madrileño se deja la vida en cada balón. Sin ansiedad y con coraje, el partido ante el Huesa debe marcar un antes y un después en la Liga blanquivioleta.

Más información sobre este partido, aquí.

Fotografías (César Minguela). En Portada: Los jugadores vallisoletanos celebran el segundo gol.

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Marcos cumplió en la banda izquierda del Huesca, defendiendo su parcela con orden.