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3-1: El Pucela enciende la traca

En un partido para disfrutar, y mucho, el Real Valladolid se lleva tres puntos ante un UD Almería eléctrico en un duelo que tuvo emoción, suspenso, tensión, sufrimiento y final feliz

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Hacía mucho que Zorrilla no se divertía así. Que no vibraba de esta forma, protestaba, presionaba, sufría, se tensionaba, gritaba, lamentaba y celebraba. Hacía mucho. Pero este Real Valladolid ha devuelto, tras imponerse 3-1 a la UD Almería en la quinta jornada de LaLiga Hypermotion, todas esas emociones que hacen que el fútbol de élite valga la pena, culminado con la felicidad de la victoria en un partido sobresaliente. Y además en el marco de las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, con los fuegos artificiales adornando el templo blanquivioleta tras el pitido final.

En más de cien minutos, el partido entre castellanos y andaluces ha tenido de todo. Como los carruseles de la feria, por momentos arriba, por momentos abajo. Con la velocidad de la masa. Con la incertidumbre de quien intenta hacer que su camello llegue primero en una de esas luminosas barracas. Prácticamente desde el pitido inicial el baile de luz y sonido llenó de intensidad el verde. Tocó tragar saliva en el minuto 12 cuando Embarba, desde los once metros, se disponía a disparar un penalti. Qué grande se hizo Guilherme para evitar el gol. Y, como en los coches de choche, llegó el turno local para golpear. Biuk, eléctrico, sacó un disparo en el área que desvió un defensa en un balón que parecía destinado a perderse por la línea de fondo pero para el cual Marcos André tenía otros planes. Con reflejos y habilidad, conectó de cabeza para mandar desde el segundo palo el 1-0. Era solo el minuto 21.

Pero aún quedaban mucha fiesta por vivir. En el 27' llegó el empate de los almerienses, en una falta lateral que remató Bonini y que el portero pucelano no pudo atrapar. Pero no. Tras unos minutos de suspense, en un duelo en el que el VAR tuvo mucho trabajo, el videoarbitraje observó fuera de juego en el deportista que impidió al defensor blanquivioleta llegar a tapar a su par. Seguíamos en ventaja, pero a partir de ahí la atracción se endureció, el partido se volvió algo bronco, muy disputado, vivo. Uno y otro ponía sobre la mesa sus argumentos para ganar. Uno y otro acechaba el área rival, con empuje, con presión, con carácter. Amath, ya en el descuento, la tuvo en un mano a mano que no acertó a concretar, y la primera mitad acabó con un remate del Almería que se marchó rozando el palo. Digno final para 48 minutos de pasión.

Un final feliz
Lo que no se sabía aún es que ese primer tiempo había sido prácticamente el calentamiento. El partido iba de más a mucho más. Los de Almada compraron todas las fichas para seguir disfrutando, y desde el inicio del segundo acto salieron decididos a ser ellos los que sonriesen. Alejo puso a la grada en pie con su entrega, liderando a un equipo en el que todos y cada uno de los jugadores se ganaron premio.

Pero el Almería es un conjunto que no está hecho para ser espectador. Apretaron, aparecieron y generaron peligro. De nuevo, golpes en las dos áreas. Dominaba el Real Valladolid, pero los destellos visitantes deslumbraban, por su calidad. La presión sobre el campo se acentuaba, cada balón importaba, el Pucela dejó clara una de sus señas de identidad, por la que sufrió en la exigente pretemporada y la que ahora permite correr cada pelota durante más de cien minutos. El esfuerzo, en este vestuario, no se negocia.

Los indalos tuvieron su momento, y lo aprovecharon. Se acercaban demasiado. En el 70' Jurić evitó el gol in extremis para seguir sumando méritos al partidazo que hizo el capitán, matrícula de honor, inconmensurable. Retrasó lo que parecía inevitable, y es que en el siguiente saque de esquina el árbitro decretó penalti a favor de los andaluces por un agarrón en el área, convertido por Arribas en el 1-1.

A partir de ahí, el partido podía haber caído de cualquier lado. El Pucela apretó con orgullo, con ese carácter que pide la afición, con corazón. El Almería la tuvo en el 79' con un disparo de Arnau al larguero. Idas y venidas. Tensión, nervios. Empieza la carrera, a ver quién ganará. Pero los dos camellos estaban ya casi casi en la línea de meta. Quien acertase, se llevaba el peluche. Ahí apareció Biuk, que cualquier diría que llevaba jugando todos los minutos dada su frescura, para hacer diabluras. Para sacar un disparo que repelió el portero visitante, en una jugada que continuó con un disparo de Maroto al larguero. ¿Qué más podía tener la jugada? Pues una mano en el área del defensor al intentar despejar. Pero una que se sancionó, de nuevo, tras una larga revisión del VAR.

Ya estábamos en el descuento. Latasa tenía el balón en los once metros. Qué bien lanzó el delantero, para hacer inútil la estirada del guardameta, a pesar de acertar el lado. Ese 2-1 se saboreó como hacía mucho que no se disfrutaba del fútbol en la grada.

10 minutos más
El 2-1 anticipaba la alegría. ¿Qué mejor escenario que las fiestas patronales de la ciudad? No iba a ser fácil, no obstante, porque la UD Almería demostró que es candidato al ascenso que tiene pólvora arriba y sobrada capacidad. Pero contra unos jugadores que se dejaron el alma en el verde no había posibilidad. Sería injusto destacar a uno solo porque los once en el campo justificaron con creces la ilusión de toda la afición.

Aún quedaba la gracia final. Con el Real Valladolid demostrando que sabe manejar los tiempos, con y sin balón, llegó el tercero. De nuevo arrancó en Biuk, quien se la puso a Latasa en el área, cuyo disparo rechazó el portero para que, esta vez sí y sin necesidad de más, Maroto lo cazase para mandar al fondo de la red. Gol del vallisoletano para cerrar el partido, atar los tres puntos y prolongar la fiesta en honor a la Virgen de San Lorenzo.

 

Ficha técnica
(3) Real Valladolid: Guilherme F., Alejo (Trilli, min. 75), Tomeo, Torres, Bueno; Jurić, Meseguer (Alani, min. 84); Amath (Peter, min. 62), Ponceau (Maroto, min. 84), Biuk; Marcos André (Latasa, min. 75)

(1) UD Almería: Andrés Fernández; Chirino (Luna, min. 74), Nelson Monte (Aridane, min. 79), Bonini, Álex Muñoz; Gui (Horta, min. 46), Stefan Dzodic; Embarba (Arnau, min. 64), Arribas, Nico Mr; Leo Baptistao (Thalys, min. 74)

Goles: 1-0, Marcos André, min. 21. 1-1, Arribas (p), min. 73. 2-1, Latasa (p), min. 90+. 3-1, Maroto, min. 90+.

Árbitro: Dámaso Arcediano (C.T. castellano-manchego) amonestó con amarilla a los visitantes Nelson Monte, Guedes, Baptistao, Dzodic; y a los locales Guilherme, Almada, Alejo, Meseguer, Peter, Latasa

Incidencias: partido correspondiente a la quinta jornada en LALiga Hypermotion 2025-26 disputado en el Estadio José Zorrilla el sábado 13 de septiembre, a partir de las 21.00 horas, ante 16.345 espectadores. Antes del encuentro se homenajeó al mítico entrenador Antonio Barrios.