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6-1: El Pucela funde al Rayo

El Real Valladolid consiguió la segunda mayor goleada de su historia como equipo local gracias a un partido soberbio rubricado con los goles de Manucho (2), Óscar (2), Bueno y Rukavina

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Desde el 13 de enero de 1963, cuando los Calvo; García Verdugo, Pini, Pinto; Ramírez, Sanchís; Aramendi, Endériz, Morollón, Rodilla y Molina endosaron un 6-0 al Córdoba, hasta el 30 de septiembre de 2012, día en el que el Real Valladolid ha endosado un 6-1 al Rayo Vallecano (Bueno, Manucho -2-, Óscar -2- y Rukavina), casi medio siglo ha pasado para que el Real Valladolid firmara su segunda mejor goleada en la Primera división en Zorrilla y la tercera de su historia, tanto en Valladolid como fuera de casa, tras el mítico 3-8 en el viejo Carlos Tartiere de Oviedo en la campaña 95/96 (19 de mayo de 1996).

El dato, aunque no deje de ser meramente anecdótico, sí refleja la importancia de una gran victoria y del partido redondo cuajado por el Real Valladolid ante el Rayo Vallecano a primera hora de la tarde de este domingo.

Vistos los primeros diez minutos de juego, ni el aficionado blanquivioleta más optimista podría imaginarse lo que iba a ver posteriormente. En los primeros diez minutos, el Rayo se adelantó en el marcador y el Real Valladolid se veía claramente dominado. Pero el empate de Bueno cambió el encuentro diametralmente. El dominado pasó a dominador y el Real Valladolid se tansformó en un auténtico ciclón, en una apisonadora que trituró al Rayo Vallecano.

El partidazo del Real Valladolid fue para enmarcar, con todos sus futbolistas a su máximo nivel, en especial Manucho, que cuajó su mejor partido con la camiseta blanquivioleta y aprovechó la oportunidad que Djukic le dio dejando en el banquillo a Javi Guerra para marcar dos goles y dar dos asistencias a Óscar para que el charro firmara también un doblete. Bueno, en el gol que supuso el empate a uno y desencadenó el despertar de la fiera blanquivioleta, y Rukavina, que despedazo al Rayo con unas incorporaciones al ataque absolutamente letales desde la banda derecha, firmaron la goleada.

Algunos podrán argumentar que el Rayo fue un equipo que dio muchas facilidades en defensa, pero si así sucedió la razón vino motivada porque el equipo vallecano fue valiente y vino a Zorrilla a ganar jugando al ataque, pero enfrente tuvo a un equipo casi perfecto en defensa (con el único borrón del primer gol) e implacable en ataque, que hizo seis goles y generó infinidad de llegadas peligrosas más al área rival.

Con tres puntos más, un buen fútbol y más jugadores sumados a la causa, el Real Valladolid espera el próximo sábado, a las 20 horas, al Espanyol. Sin duda, será otra historia, pero el alegrón de este domingo ya no se le quita nadie al Pucela.

Más información sobre este partido, aquí.

Fotografía (Ángel Becerra): Manucho celebra el último tanto del Real Valladolid al Rayo Vallecano.
Galería Fotográfica de Ángel Becerra en Facebook/RealValladolid.