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Historia

El trasvase Pisuerga - Ebro

El Real Zaragoza siempre encontró en Valladolid un fértil caladero para pescar buenos futbolistas

Desde Domingo, Valdés y Benítez, en los años 50, hasta el de Óscar González en el 2004, el Real Zaragoza siempre encontró en el Real Valladolid un fértil caladero para pescar buenos y futbolistas. Incluso para hacer negocio, como en el caso de Benítez, al que el Real Valladolid, que lo había comprado en Uruguay por 435.000 pesetas el verano anterior, lo transfirió en 2.050.000 pesetas al año siguiente, “un regalo para los aragoneses, que, a los nueve meses, cuadruplicaron de largo esa cantidad al venderlo al Barcelona por 9 millones de pesetas”, se puede leer en el primer volumen de ‘La Legión Extranjera Blanquivioleta’ escrito por Ramón Martínez.

Pero el verdadero trasvase “Pisuerga - Ebro” o de Zorrilla a La Romareda comenzó en el verano de 1956 con el traspaso del delantero centro Domingo, pichichi blanquivioleta en su última temporada en Valladolid, junto al del extremo Valdés.

En el verano siguiente, el delantero Murillo, que había sido también pichichi del Pucela con 17 tantos, recaló a orillas del Ebro para convertirse en uno de los jugadores más emblemáticos de la gran historia del club maño.

Posteriormente llegarían los traspasos de los uruguayos Benítez (1959), antes comentado, y Cacho Endériz (1963). Rentables deportiva y económicamente.

En 1967, mientras el Real Valladolid pasaba su larga travesía por la Segunda división, el Real Zaragoza fichó a José Antonio Tejedor, por aquel entonces un joven delantero de Pedrajas que apuntaba muy alto.

Después, en 1986, el Real Zaragoza se hizo con los servicios del gran ídolo de la afición vallisoletana: el Pato Yáñez. Y en 1990 el Pucela traspasó al malogrado Manolo Peña a la entidad blanquilla.

La lista no se puede cerrar sin recordar a dos futbolistas importantes en la historia del Real Valladolid: Alen Peternac, que se fue libre al Real Zaragoza en el año 2000 con la vitola de ser el máximo goleador del Real Valladolid en Primera división (récord que aún ostenta) y Óscar González, que en 2004, descendido el Real Valladolid, pasó a La Romareda, donde jugó 129 partidos en la división de honor.