"Te vamos a echar de menos", exclamó una periodista casi al final de la rueda de prensa. Mendilibar, emocionado, encajó la absoluta verdad con entereza y deseó con todas sus fuerzas y en primera persona del plural la salvación del equipo. "Creo que nos vamos a salvar". Fueron las últimas palabras del de Zaldibar como entrenador del Real Valladolid, al menos por el momento. "El fútbol da muchas vueltas y nunca se sabe lo que va a ocurrir".
Atrás quedan tres años y medio en los que Mendi se ha ganado el respeto y el cariño de la afición. Un ascenso meteórico y dos permanencias que no deben verse empañadas por una mala racha de resultados que ha ocasionado su destitución. "Los resultados mandan y todos somos responsables. Sé que el año no ha sido bueno y, por mucho que otros equipos estén peor, no podemos centrarnos en eso. No estamos en puestos de descenso y espero que el equipo se mantenga y le deseo lo mejor a Onésimo".
Se despedía un señor con la sala de prensa abarrotada de periodistas y amigos y con muchos aficionados esperando para propinarle un sentido aplauso y agradecerle sus años de trabajo. También a Toni Ruiz y a Ángel Félix, quienes también abandonan el Club y a quienes el Real Valladolid quiere darles las gracias por su esfuerzo y dedicación y desearles lo mejor en su vida personal y profesional.
Mendilibar se va dando las gracias a Carlos Suárez, empleados, periodistas y aficionados. Ahora dedicará tiempo a descansar y a su familia y, con el tiempo, empezará a pensar de nuevo en el fútbol y en su nuevo destino. Seguro que no le faltan novias. Mendilibar se va mientras Onésimo dirige su primera sesión, sin tiempo que perder. El vallisoletano es ahora el jefe. Todos debemos estar con él para que consiga el objetivo de la permanencia.
Fotografía superior (César Minguela): Mendilibar y Carlos Suárez, durante la despedida del técnico vasco.