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Historia

Poner en valor la Historia

En vísperas de Villalar, el Real Valladolid recibe al Girona con el recuerdo de hace cuatro años y el espíritu luchador de hace cinco siglos

El 23 de abril, en Castilla y León, está impregnado de espíritu reivindicativo. De inconformismo. De querer ser mejores como conjunto. Desde que hace poco más de 500 años el pueblo castellano se levantó para luchar por sus derechos, esta es una fecha para conmemorar. Un ánimo combativo del cual el Real Valladolid se ha empapado, especialmente en los últimos años, para hacer que su historia también sea de superación en torno a tan importante fecha.

Este 22 de abril de 2023, el Pucela recibe al Girona. Llevado al terreno deportivo, un partido trascedente en el que los blanquivioletas deben hacer de su castillo, el Estadio José Zorrilla, una fortaleza igual que la que Juan de Padilla estableció, en esas mismas fechas de 1521, en Torrelobatón. Allí se consiguió una de las victorias más importante de los Comuneros, y desde allí se partió a la que sería, a la postre y de manera involuntaria, la batalla de Villalar.

Con los ecos del pasado, batalla futbolística es la que librarán este sábado los blanquivioletas contra el equipo catalán, un enfrentamiento que nos traslada a 2019. El paralelismo es evidente por la fecha, el rival y la situación clasificatoria, por tanto, la importancia de un partido cuyos tres puntos se relevan fundamentales para lograr el objetivo final.

El gol de Míchel del 23 de abril
La afición no habrá olvidado ese partido que un 23 de abril de 2019 se jugó en Zorrilla. El Pucela llegaba en descenso a la jornada 34 de competición en LaLiga Santander, dos puntos por debajo de sus rivales directos para la salvación. Uno de ellos, el Girona. Ese martes, festivo en la comunidad, era un día clave.

Con una familia volcada con los suyos, ambientazo en el templo, la victoria se quedó en casa. En el minuto 67 Ünal bailó en el área, arrastró a la defensa y sirvió a la frontal para que Míchel, con un gran disparo, subiese un 1-0 que significaba mucho más que un gol. El Pucela salió del descenso y se salvó matemáticamente tras vencer en la jornada 37.

La estadística apunta que, en los últimos años, las jornadas disputadas en torno a Villalar han sido satisfactorias. El curso pasado se venció al Mirandés 0-1, un 24 de abril, acercando al equipo al ascenso directo. En 2021, también el 24, el resultado fue de 1-1 en Zorrilla ante el Cádiz, en Primera, que aunque no fuese lo deseado permitió en ese momento mantenerse por encima de los puestos de descenso. Y en 2017, de vuelta a Segunda, se venció al Elche por 2-1 el día 23.

Merece la pena destacar uno de los triunfos más especiales logrados en estas fechas. El 22 de abril, de 2007, el Real Valladolid liderado por Mendilibar conseguía un ascenso récord tras superar por 0-2 al Tenerife, y que desembocó en una gran fiesta en la ciudad el día 23, la primera vez que el equipo celebró el regreso a Primera desde la Leyenda del Pisuerga por las aguas del Pisuerga, empañado eso sí por el accidente del aficionado Antonio Aragoneses.

Una derrota que encierra un triunfo
A pesar de que el día 23 se conmemora una derrota en los terrenos de Villalar, la del bando comunero ante las fuerzas realistas, que acabó con el ajusticiamiento de varios de los líderes del pueblo, la repercusión de los levantamientos que tuvieron lugar en el comienzo de la segunda década del siglo XVI valen una victoria en sí mismos.

Porque, aunque en ese momento las reclamaciones de la Santa Junta (recogidas en la Ley Perpetua) fueron rechazadas, la llama comunera insufló en el ánimo de las gentes castellanas un orgullo de pertenencia, un motivo de unión en torno a su identidad que se prolonga hasta nuestros días. Valladolid y su provincia fueron escenario importante de aquellos acontecimientos y esa energía que demostraron quienes aquí habitaban hace medio milenio, muchos de ellos hasta pagar con su vida esa lucha, tuvo su recompensa en 1523.

Valladolid acogió el 14 de julio de ese año las primeras Cortes tras la guerra. En ellas se aprobaron las 105 peticiones que los procuradores llevaron al monarca, que en esencia eran las reclamaciones exigidas en la Ley Perpetua y que iban encaminadas a proteger los intereses de Castilla y los castellanos.

De esa manera, y a pesar de que en abril de 1521 la derrota fue un hecho, los comuneros lograron a la postre sus objetivos. 502 años después, y trasladado a su ámbito, el Real Valladolid quiere seguir ensalzando Castilla y, para dejar su nombre a lo más alto, este sábado, a 30 kilómetros de donde cayeron las tropas de Bravo, Padilla y Maldonado, de María Pacheco y el obispo Acuña, el plantel de Pezzolano buscará tres puntos que acerquen a la meta y que hagan sentir orgullo al pueblo vallisoletano.